Capítulo 15
Adela, te amo ♡
— ¿Crees que me veo bien?
—Elizabeth ya te has probado todos los vestidos
que te compraste—la mire por milésima vez—Pensé que no te importaba tanto verte
bien
—Bueno cambie de opinión, así que hazme caso
—Ponte el azul
—Pero está muy escotado
—O el beige
El cuarto de Elizabeth estaba hecho un desastre
mientras la observaba sacar y meter su vestido al armario. Mi padre pronto estaría
listo y eso significaba que cuando el dijera se irían Elizabeth y el.
—Elizabeth, espero que ya estés lista
—No, aun no
— ¿Y tú Tom?
— ¿Yo que?
— ¿Ya viste la hora?—asentí— ¿Qué esperas para
vestirte? la boda es en dos horas
—No iré
— ¿Porque?
—Hasta la pregunta ofende
—Vamos Tom no seas agua fiesta.
Parecía una clase de burla yo no iría a ver como
Adela se casaba con Andy no quería presenciar semejante acto. Elizabeth salió
nuevamente ahora con un vestido rosa.
—Te vez perfecta Elizabeth y ya que tu hermano
no nos acompañara ser mejor irnos de una vez. —Le ofreció brazo a Elizabeth y
ambos me miraron—Si cambias de opinión ahí estaremos Tom
—Eso no pasara.
Elizabeth y mi papá se fueron a donde sería la
ceremonia religiosa y civil mientras yo me quedaba lamentándome por no ser el
novio que esperaría a Adela vestida de novia.
Pero tenía que verla por última vez y a la vez
no quería presenciar la boda, estaba en un gran dilema y no sabía que era lo
correcto que era lo que tenía hacer.
Después de darme una ducha me vestí y busque la
cajita con el collar que alguna vez fue de mi abuela, la que me había regresado
Adela. Ese era mi intento más desesperado por hacerla entrar en razón.
Consulte la hora, aún faltaban dos horas para
las siete de la noche la hora en la que Adela se casaría. Dos horas eso faltaba
conduje hasta su casa en donde supuse todavía estaría arreglándose. Me estaba
muriendo por ella.
Al llegar a la casa de Adela tuve mucha duda en
tocar el timbre porque tenía miedo que el que atendiera la puerta fuera el
señor Trumpar, de seguro me cerraría la puerta en la cara. Pero tome valor y el
que atendió fue Bill me miro confundido.
— ¿Estás buscando a Adela?—Yo asentí y el miro
escaleras arriba—Tom es muy imprudente que vengas.
—No quiero arruinar la boda de Adela ya me he
resignado a que ella se casara. Solo me gustaría hablar con ella y devolverle
algo que es importante.
—Tom yo no puedo...—me miro un par de largos
segundos eternos—Está bien tal vez la convexas de que esta boda es una estupidez—se
hizo a un lado para dejarme pasar y me guio hasta la habitación en donde estaba
Adela.
Toco dos veces con los nudillos de su mano
hasta que el fino rostro de una chica desconocida se asomó solo un poco.
—Adela tiene una visita.
—Estamos retrasadas
—Es importante
—De acuerdo
La chica abrió más la puerta y nos dejó pasar.
Adela estaba sentada en una silla frente al espejo. Miro a verme confundida y
sorprendida. Luego sonrió con timidez. Y el resto de las chicas que estaban ahí
me clavo la mirada
—Sera mejor que los dejemos solos
Todos salieron y nos dejaron solos. Yo había
perdido el habla totalmente, Adela tenía ya su vestido blanco de novia y su
peinado y maquillaje ya estaban terminados.
Ambos nos observamos sin saber que decir; ella
estaba tan hermosa que sentía que me robaba el aliento.
—Tom, que gran sorpresa
—Te vez—me acerque a ella sin poder articular
palabra alguna—Hermosa
—Gracias Tom
Ella se puso de pie para darme un abrazo que
duro más tiempo del que duran los abrazos, se sentís reconfortante ella era cálida
y no me costó mucho acostumbrarme a sus brazos.
—Pensé que no ibas a asistir a la boda Tom
—Ahora somos amigos ¿no?
—Si
Suspiro y volvió a sentarse yo acerque una
silla y me senté enfrente de ella usándola a revés. Nos observamos sin decir
nada hasta que aquello fue muy incómodo y ella desvió su mirada hacia el tul de
su vestido y comenzó a acomodarlo.
—Adela yo te traje un regalo especial—Busque en
mi bolsillo y saque la cajita forrada de azul terciopelo
—Tom yo—me miro a los ojos cuando el collar de
mi abuela apareció—no puedo aceptarlo
—Pero te queda perfecta—suspire—Además solo a
ti te pertenece
Permaneció en silencio y suspiro.
—Vamos acéptalo, hazlo por...—iba a decir
"por nosotros" pero no me atreví—por los viejos tiempos
—Está bien, ¿podrías ponérmelo?
Camine hasta ella y le quite el que ya tenía
puesto lo deje en el tocador y coloque el de mi abuela en su cuello. Era lo que
le faltaba para verse más hermosa. Aunque no era yo con el que se iba a casar.
Me sentís bien.
Así se debía sentir el renunciar a alguien por
amor.
—Gracias Tom
Volvió abrazarme y le di un beso en la frente.
—De nada. Creo que es hora de irme, te veré en
el salón
Adela se aferró más a mí y después deshizo su
agarre y se volvió a sentar. Yo abandone la habitación y salí de la casa, volví
a mi coche y estuve varios minutos pensando hasta que Adela salió de la casa
justo para abordar el automóvil que la llevaría en donde Andy ya la estaría
esperando. Ansioso por ver ha la que sería su esposa en una hora.
Llegue antes que Adela y estacione mi vehículo
en los estacionamientos en donde reconocí el automóvil de mi padre. Me dirigí a
la estancia, las luces me cegaron un poco y busque con la mirada a mi hermana y
a mi padre. Había mucha gente y el salón estaba adornado. Había un sacerdote y
un juez. Primero sería la boda religiosa y luego la civil.
—Tom—Georg se acercó a mí—justo acabo de
toparme con Lisie—parecía preocupado y buscaba a alguien entre la muchedumbre.
— ¿A quién buscas?
— ¿De casualidad no viste el coche de Andy en
el estacionamiento?
— ¿No ha llegado?
—No y Adela ya está en camino
— ¿Y porque no le hablas?
—No contesta
En ese momento el automóvil en donde venía
Adela se estaciono enfrente y Georg se apresuró a avisarles que Andy no había
llegado. El vehículo otra vez se puso en movimiento. Georg estaba preocupado y
Bill intentaba llamar s Andy sin éxito alguno.
De la nada sentí que mi celular vibraba en uno
de los bolsillos de mi pantalón, antes de contestar mire varias veces la
pantalla confundido. Era Andy.
Me aleje para contestar.
—Andy ¿Dónde estás? Adela ya llego y todos te
esperan.
—Tom no voy a ir—sonaba ebrio—Pídele que se
case contigo yo no puedo casarme con ella
— ¿Estas abrió?
—Eso no importa lo que importa es que tú y ella
se casen. Ella te ama más a ti que a mí
—Andy yo no puedo...Adela te...
—Tom tu igual la amas
—Andy ella te está esperando.
Mire a ver hacia donde Adela y su tío Gordon
estaban. Ya había salido del vehículo y Adela se veía preocupada.
—No le puedes romper de esta manera el corazón.
Ella te ama.
Le dije pero de nada sirvió el había colgado.
Mire el reloj y eran exactamente las 7:00 pm el juez se acercó.
—Señorita el sacerdote ya se está desesperando,
debemos de comenzar.
—Mi novio...mi novio aun no llega de seguro se quedó
en atrapado en el tráfico. Solo unos minutos no debe de tardar.
Camine hacia ella y la mire preocupado. Se le había
formado un nudo en la garganta y quería decirle lo que Andy me había dicho pero
no me atrevía a ser yo el responsable de darle la noticia de que Andy no llegaría.
Camine a donde estaba ella, sus ojos se
tornaron rojos y se cristalizaron.
—Señor su hija es una gran mujer—Adela era más
que una sobrina una hija para el señor Gordon—Y sé que en el pasado fui un imbécil
y sé que no puedo remediar mi error.
—Adela eres la mujer más hermosa—las primeras
lagrimas comenzaban a rodar por sus mejillas—Te amo.
Y así sin más que decir me dirigí a mi automóvil
tenía que ir a buscar el imbécil de Andy.