Adela & Andy
El departamento de Andy estaba lejos y tenía
que llegar a tiempo así que pise a fondo el acelerador hasta llegar al
edificio.
Mi cabeza no procesaba lo que me había dicho y
al parecer había estado tomando. Eligio el peor día para darse cuenta de todo eligió
el peor día para perder la cabeza y ahora estaba haciendo sufrir a Adela. Y no quería
que nuevamente se deprimiera.
Cuando llegue al piso en donde estaba el
departamento 483 toque el timbre y agarre la chapa de la puerta estaba abierto.
Entre, el lugar estaba a oscuras y entonces pude ver a Andy estaba sentado en
el sofá de la sala estaba tomando.
—Andy
— ¿Tom que haces aquí? Se supone que debías
casarte con Adela
—No—Me aproxime a el—Tu deberías de casarte con
ella. Ella te estaba esperando. Eres un imbécil.
Lo examine y se había vestido tenía su traje
pero no había ido a su boda.
—No podía casarme con ella sabiendo que no me
ama. La estaría atando a mí y sé que ella no me amaba no lo suficiente.
—Andy eres el más grande imbécil que ha
existido. Adela te estaba esperando emocionada y le rompiste el corazón.
Me acerque más en donde estaba y me senté en el
sofá justo enfrente de él, no podía creer que el imbécil la haya dejado
plantada en el altar el día de su boda Andy había decepcionada a Adela. Pero
aquello no me alegraba, al contrario me disgustaba porque ella estaba
sufriendo.
—Tom entiéndeme
—Es imposible entenderte la tenías ahí, ella
iba a ser tu esposa ¿Que acaso no es lo que siempre quisiste? Toda nuestra adolescencia
te la pasaste tratan dando de hacer que ella me dejara y cuando consigues
enamorarla sabes con esto.
Permaneció en silencio observando el suelo de
la habitación sollozando, y yo solo quería acabar con él. En otro tiempo no me
imaginaba a mi hablado de esta forma con él, me hubiera aprovechado de la situación
y me hubiera robado a Adela o simplemente hubiera hecho lo que él me dijo que
hiciera. Le hubiera pedido a Adela que se casara conmigo y que olvidara de una
vez a Andy. Pero no ahora mismo estaba tratando de hacer entrar en razón a
Andy.
—No puedo ella tenía razón
Lo observe tomar directo desde la botella una cantidad
muy exagerada de alcohol y revolverse el cabello. Ya no sabía que más decir.
En ese momento unos pasos se escucharon afuera,
en realidad varios pasos se escucharon y después de unos segundos más la puerta
del lugar se abrió revelando a Adela que venía empapada y su vestido blanco
manchado con lo que parecía ser lodo. Detrás de ella venían Bill, Gustav y
Georg. Sus ojos lucían apagados y estaban rojos eh hinchados de tanto llorar.
—Adela ya tranquilízate—Bill intento agarrarla
pero ella se zafo de su primo y camino hacia donde estaba Andy.
—Adela—Andy no buscaba en donde esconder su
rostro—Adela yo...yo no quería.
— ¿Q-que diablos paso? Te estuve
esperando—tartamudeo llorando aún más y callo de rodillas—Andy yo...
Andy se dirigió a ella y se incoó donde ella
comenzaba a llorar sin parar y la abrazo.
—Yo no te puedo atar a mí
Permaneció en silencio llorando y entonces camine
hacia donde estaban los chicos.
—Es mejor dejarlos solos.
—Si Tom tiene razón.
—Si necesitan algo estaremos ahí abajo.
Nos dirigimos al ascensor.
— ¿Que paso ahí?
—Andy no llego, Adela comenzó a llorar y su tío
se disculpó con los invitados
— ¿Tu que hacías con Andy?—pregunto Gustav.
—Quería matarlo por ser tan imbécil pero no
pude es el hombre que Adela ama.
¿Aquello había salido de mi boca? Hasta yo
mismo me sorprendía de aquello. Respire profundo y nos dirigimos a los
respectivos coches. Me estaba muriendo de la curiosidad por saber que estaría
pasando ahí arriba. Pero nadie fue capaz de ser un intruso en aquello. ¿Se reconciliarían?
O tal vez decidieran posponer la boda. Y en ese momento mis celos aparecieron y
sentí un impulso feroz de ir ahí y quitarle a Adela... Pero era muy tarde.
El tiempo cambio, el clima se hizo más frio y
la lluvia empezó a caer inundando la noche con suavidad, hasta el amanecer.
Esa mañana al despertar me di cuenta que me había
quedado dormido en mi coche esperando a que algo pasara. Pero nada había pasado
en estas horas. No hasta que vi salir a Andy y se dirigió a mi coche.
— ¿Y Adela? ¿Qué paso?
—Tom intenta recuperarla yo no puedo
Y no me dejo decirle más, se dirigió a su
coche. Yo en cambio me quede un rato más ahí sumido en mis pensamientos. Los
chicos habían abandonado el lugar casi de inmediato menos yo que esperaba por
Adela.
Andy se acababa de ir y me había dejado el
camino libre y Adela tenía el corazón roto. Pero yo no quería aprovecharme de la
situación queros ganarme otra vez a Adela pero por cuenta propia.
Subí al edificio temiendo encontrarme a Adela
echa un mar de lágrimas, estaba consiente que Adela y Andy habían sido novios
por más tiempo que yo y ella. Pero de verdad deseaba que Adela estuviera bien, quería
que olvidara a Andy y nuevamente me amara yo nunca había dejado de amarla.
La puerta del departamento no estaba muy bien
asegurada así que fue fácil entrar en la sala aún estaba la botella que al
parecer Andy se había tomado. Camine hasta la habitación y ahí descubri el
vestido de Adela junto con el traje que tenia Andy estabab en el piso y Adela
dormia debajo de las mantas. Se veia tan preciosa. Que no supe que hacer.
Me sente en el piso de la habitacion y la
observe dormir. Estuve asi por una hora mád o menos observandola y aun no
encontraba las palabras para decirle ¿Como la consolaria? Se me formo un nudo
en la garganta y Adela se movio suavemente en la cama. Y abrio sus ojos miro al
techo y se sobresalto al verme ahi.
—Tom—parecia confundida—¿Y Andy?
—El, bueno el salio hace rato supongo que se
fue al hospital
—No, no creo que haya ido al hospital—Se hundio
en una de las almoadas y comenzo a llorar
Yo solo la observe sin saber que decirle.
—Oye te preparare algo para que desayunes. Te
espero en la sala vistete o como quieras.
Sali a la sala y trate de limpiarla un poco,
despues me dirigi a la cosina la escuche llorar muy fuerte pero trate de
ignorarlo porque me dieron muchas ganas de ir a buscar a Andy y golpearlo hasta
que le pidiera perdon a Adela. No podia escucharla sin estremecerme y darme
cuenta que Adela amaba a Andy y que iba a ser muy dificil recuperla.
Adela no se reunio conmigo en el comedor asi
que yo le lleve su comida a la cama, se habia bañado y tenia una pijama, estaba
completamente envuelta en sus sabanas blancas y lloraba.
—Tienes que comer algo
—Tom gracias, pero no tengo hambre
—Adela porfavor come un poco yo se que...que no
ay forma de curar el dolor que sientes con solo quererlo pero tienes que comer.
—Tom tu no entiendes nada
—Por supuesto que si entiendo, yo pase lo mismo
solo que diferente forma—me observo incredula—Si me paso cuando te perdi y
estos ultimos meces no la he pasado bien
—Tom
Se volbio a esconder entre las sabanas y
comenzo a llorar muy fuerte aquello me hizo sentir mal.
—Solo quiero que sepas que te amo, y que voy a
estar aqui para lo que necesites. Si quieres hablar cuando estes mas tranquila
solo hablame.
Me acerque a ella y le di un beso tratando de
relajarla. Pero no lo consegui asi que me fui con la esperanza de que ella
pronto se puciera en contacto conmigo.
—Tom ¿En donde estabas?
—No importa en donde estaba Lizie
—¿Y papá?
—Salio temprano dijo que tenia algunos asuntos que
resolver.
—Uhg bueno creo que me ire a dormir
Me fui a la cama pensando en mi amor por Adela,
en que seria dificil hacer que se olvidara de Andy.
Y tuve un sueño muy extraño mientras dormia esa
noche soñe que esperaba a Adela en el altar y que ella nunca llegaba. Me estaba
volbiendo loco de eso no habia duda.
De todas formas yo iria a visitarla pronto
cuando fuera creyera que era el momento adecuado. Ahora más que nunca estaria a
su lado.
[~]
Las lluvias de octubre habian comenzado a bañar
y purificar Leipzing y habia pasado una semana desde la tragica boda de Adela.
Y precisamente ese era el tiempo que ella lleva desaparecida de la empresa.
Sabia que era hora de actuar. Tendria que ir a verla pero en su departamento no
estaba asi que probablemente se encontraba con su tia.
De Andy no sabia mucho solo que habia pedido su
cambio por tiempo intermidado en el hospital general de Berli. Probablemente
mientras se arma de valor para poder volver a ver a los ojos a Adela. Aunque si
yo hubiera dejado a Adela en el altat estaba seguro que jamas podris volver a
verla a los ojos. Ademas de que si hubiera sido yo en lugar de el jamas lo
hubiera duda y la tomaria como mi esposa sin pensarlo dos veces.
—Buenas tardes señora Trumper
—Hola Tom
La tia de Adela parecia sorprendida por mi
visita pero para evitar que el señor Gordon me corriera de su casa habia
llevado unos documentos con el pretexto de una consulta laboral.
—¿Que se te ofrece Tom?
—Se encuentra Adela, es que tenia unas dudas—le
enseñe la carpeta pero no se haboa creido mi cuento, aunque fingio creerselo
—Si, pasa se encuentra en el jardin trasero
La señora me guio hasta el lugar y ahi se
encontraba Adela parada junto a Gustav, un vestido blanco de novia se
encontraba tirado junto a la tiara y demas cosas que uso en su boda, las rocio
con alcohol y de uno de los bolsillos de sus jeens saco un cerillo mismo que
avento hacia el vestido y los demas accesorios que ardieron en llamas al primer
cotacto y asi ella daba por muerta la relacion. O al menos eso era lo que yo quería
creer y me aferraba a la idea de que así era y de que aún existía una
posibilidad.
—Eso fue un poco extraño
Todos los presentes me observaron y Adela más
de lo que pensé.
— ¿Que te trae por aquí Tom?
—Solo unos cuantos pendientes—le entregue una
carpeta y todos nos observaron después simplemente se fueron a la cocina dejándonos
solos
—Pasemos a la sala, que bueno que viniste quería
evitar ir a la oficina por estos documentos
Nos sentamos en la sala su tía fue la única que
se atrevió a regresar en la sala de estar.
— ¿Tom te ofrezco, agua, jugo o un café?
—Un café estaría bien
— ¿Adela?
—Lo mismo tía—le dijo sin apartar la mirada de
los documentos me dedique a observarla y me di cuenta que en mirada y rostro ya
no había ni una gota de ese brillo tan hermoso que tenia. Probablemente era por
la decepción más actual que tenia.
—Gracias—le dije a la señora Simone cuando dejo
los cafés y unas galletas. Por un momento me sentí como cuando estudiábamos el
bachillerato—Adela ¿Porque no has ido a la oficina?
—Porque creo que puedo trabajar desde aquí,
desde mi casa no ay la necesidad de mi presencia ahí—Su voz tenía más severidad
que nunca ya no era la fuerte y suave voz que empleaba siempre ahora parecía
más un regaño
—En realidad si se necesita—le di un mordisco a
una de las galletas y sentía muchas miradas que provenían de la cocina. Mire de
reojo y ahí estaba los chicos espiando
—No por supuesto que no—cerro el folder de
golpe y lo asentó en la mesita—y se bebió todo el café de un sorbo
—Te vez adorable molesta
— ¿A que viniste Tom? Ya está listo el
documento si no tienes más que decir o por lo menos algo interesante por favor retírate
que no tengo tiempo para escuchar tus estupideces
—Bueno solo te recuerdo que el viaje a Berlín
se adelantó para mañana y mi padre te mando un correo
— ¿Qué? Esto no puede ser verdad.
—En vez de estar amargándote la vida, revisa tu
correo. Cariño. Dile a tu tía que sus galletas siguen siendo las mejores y
agradece por el café. Hasta luego.
Le dije tratando de sonar lo mas agresivo
posible, solo sentí su mirada clavarse en mi espalda hasta que salí nuevamente
a la fría llovizna de la mañana.
Ahora estaba seguro que sería más difícil de
recuperarla. Andy había roto en mil pedacitos su corazón.