sábado, 4 de octubre de 2014

Segunda Temporada—Como solíamos hacerlo




Capítulo 6
Recordando los buenos tiempos a su lado.
Mi padre cada día se podía más loco con el asunto de Elizabeth, cada día al llegar a mi casa me preguntaba cuando estallaría la bomba, pero nada pasaba tanto que llegue a pensar que solo había sido una broma de mi padre. Esa misma semana Adela llego con los cabellos azules todo porque Campbell seguía odiándola y había cambiado el tinte. Esa misma semana había estado con Luna iba a verla en las noches y después de platicar con ella la sentía cada vez más mía.
-Creí que el rojo era tu color.
-Lo es-me aseguro mientras el elevador bajaba a la primera planta.-Fue una de las jugadas de Campbell
-Oh lo siento de verdad.
-Si he pensado dejarlo así para que vea que no me molesta pero en unas semanas más tu padre y yo nos reuniremos con unos inversionistas.- avanzo a la salida-hasta luego Tom.

Y me dejo ahí mirándola caminar con elegancia hacia el estacionamiento donde seguro la espera Andy. Su novio. Aquel día había amanecido nublado y había quedado con Georg ir a platicar con él. Aunque me había cancelado cuando llegue a verlo porque se iba a un curso se médicos a Berlín y viajaba esa noche. Cuando iba de regreso en la Recepción se encontraba Adela.
-¿cómo que el taxi no vendrá? ¿Solo porque está lloviendo? Le pagare el doble. De acuerdo entonces cierre su negocio.- dijo molesta y cortó la llamada.
-Hola
-Hola Tom.
-Escuche que necesitas trasporte. Te puedo llevar si gustas
-Eh...bueno...yo preferiría-Y miro su reloj-Bueno está bien creo que ya no tengo tiempo de hablar a otro sitio de taxis además está lloviendo.

Y lo siguiente que supe era que íbamos de camino a ver a una tan Liz LeGrande que era la dueña del auto cinema. Con la cual Adela estaba llevando el proyecto de la promoción. Durante el camino me dijo que le daba miedo manejar y que Andy al igual que Georg estaba de camino a Berlín.
Y al llegar al lugar yo me quede en el automóvil. Tratando de buscar temas de conversación  en común quería decirle tantas cosas pero no podía porque muchas de esas contenían sentimientos y resentimientos así que me encontraba ahí sin saber que decirle. Y me habida sorprendido mucho que ella hubiera aceptado, aunque claro ella había aceptado porque se le hacía tarde.
-Gracias Tom, por traerme
-¿Quieres ir a cenar?-me miro confundida y asintió sin estar muy segura.
-¿Mcdonals?

Y sin más que decir puse en marcha el coche y nos dirigimos al McDonald más cercano y al llegar ella toma asiento en una mesa alejada de toda la clientela no ay necesidad que le pregunte que quiere comer. Yo sé que hamburguesa es su favorita, sé que refresco toma se todo de ella. Antes solíamos venir y comprar en el autoservicio de McDonald y luego comprábamos mas golosinas y nos íbamos a cualquier lugar a comer sin parar. Adela tiene el metabolismo muy rápido por eso ella no moderaba la manera en la que comía. Aunque no fuera así, pienso que ella hubiera comido tanto como su apetito se lo permitiera. Ella siempre había sido hermosa a su manera, aunque claro ahora lucia más femenina.

-¿No me digas que ahora eres como todas esas modelos superficiales-Le digo mientras ella examina la hamburguesa.
-No es solo que desde que me mude con Andy el no deja que coma cualquier cosa. Con eso de que es médico le da por cuidar la forma en la que comemos.
-Que novio tan imbécil tienes. Por cierto ¿Porque ahora vives sola?
-Quería mi espacio-Dice antes de darle una gran mordida a la hamburguesa y parece que va al cielo y regresa ahí cuando se cómo las palas a la francesa. Y entonces le compre otro solo por la satisfacción de verla feliz haciendo algo que mi enemigo jurado número uno desaprueba.
-¿Quieres una para el camino?-Ella asiente mientras sale del lugar y se dirige al coche mientras yo termino de comprar más comida no apta para mi amor.
-Apropósito ¿Dónde está galletas? Y en ese momento su rostro parece nublarse y la lluvia son las lágrimas que brotan de su ojos verdes. Por esta reacción deduzco que ha de haber muerto o algo malo le paso. Adela no dice nada mientras mira la lluviosa noche que ay a fuera.
Y al llegar al edificio en donde vive, reviso mi móvil y tengo un mensaje se Luna y una llamada perdida. Miro a ver a Adela que ya está mejor.
-Bueno te veo el lunes en la oficina.- Adela me mira buscando las palabras para decirme algo que no sale de su boca.
-¿te gustaría pasar a calentarte?- y el timbre de mi móvil hace que desviemos la mirada hacia la llamada entrante de luna- Oh ya tienes planes.
-No. Nada que no se pueda posponer- y me sonríe y yo muero con su sonrisa.

-Hace rato cuando preguntaste por galletas-su voz se quiebra y luce desanimada-Murió hace dos años.
-Oh eso debió de ser devastador.
-Si-afirma mientras bebe del café que ella misma preparo-Él era lo único que me quedaba de mis padres, cuando cumplí 10 años mamá le dijo a mi papá que me lo regalaran y el llego a mi vida cuando tenía 3 meces de nacido y cuando mi papa murió él estuvo conmigo en esa casa hogar.

Se hundió en el sofá mientras me contaba como había sufrido la pérdida de su amigo, mi caramelo murió tres años atrás y me sentí igual que ella porque ella era un hermoso recuerdo de mi infancia y adolescencia. Caramelo igual estaba conmigo en los días en los cuales mis padres se desaparecían de mi mundo. Caramelo significaba recordar los días en los cuales Adela y yo nos perdíamos en la ciudad con nuestras mascotas y nos encerrábamos en una burbuja en donde solo ella y yo existíamos.
Cuando me encontré a Adela en New York y luego regrese a Francia mantuvimos contacto un par de semanas por teléfono y claro e-mails pero un lunes cuando le hable ella no contesto y tampoco contesto mis e-mails y entonces no volví a saber nada de ella. Estaba muy lejos de mi chica y casi siempre me torturaba a mí mismo imaginándome a Adela en los brazos de alguien más. Aquello hizo que mis sentimientos hacia ella se congelaran y que la hiciera completamente mía y que cada vez que tomara una foto a alguna cosa que me la recordara se convirtiera en algo exclusivo de ambos. Aunque ella no lo supiera me había acostado con muchas modelos que me la recordaban, y cada vez que estaba mirando a una desconocida, mi cabeza por arte de magia o de mi enfermizo deceso de volver a estar con ella,  había transformado a cada una  de esas desconocida en mi Adela. Que era lo mismo que ocurría con Luna.
-Pero galletas tuvo una feliz y larga vida.
-Eso es lo que me consuela.
-Pensé que te quitarías esos mechones azules
-Lo hare pero cuando Campbell no esté cerca
-Aunque igual te hacen ver bien
-¿Eso crees?
-A ti cualquier cosa te hace ver bien.
-Gracias

Y nos quedamos en silencio, ese silencio sepulcral e incómodo. Mi miraba se clavó en la sortija de su mano izquierda.
-¿Entonces es un hecho? Te casaras- me miro sin poder decir una sola palabra y se limitó a asentir.
-si
-No me imaginaba que fueras del tipo de chicas que quisiera casarse.
-Ni yo. Una mañana cuando tenía quince años desperté a lado del amor de mi vida y entonces descubrí porque mi madre me decía que era bonito casarse y tener la seguridad que la otra persona te brinda. Esa mañana me di cuenta que tenía el deseo de tener una bonita historia como la que tuvieron mis padres y que me gustaría que alguien me mirara por las mañanas como papá miraba a mi mamá.

Yo sentí algo parecido cuando desperté a lado de Adela cuando teníamos 15 años. Y entonces supe que hablaba de nuestra primera vez en su habitación que la llene de caricias y besos y la había abrazado para dormir y en la mañana lo primero que vimos fueron nuestros ojos. En ese momento quise que me besara el cuello y me susurrara que me amaba. Y entonces la miro bajo la tenue luz de la habitación mientras ella trata de descifrar mi rostro y lucho contra el impulso de aventarme a ella y besarla, acariciarla hasta que nuestros suspiros se conviertan en gemidos quiero ser correspondido mientras la beso que me desnude y me lleve a su cama. Quiero hacerla llorar y lamer sus lágrimas y quiero transmitirle todo lo que estoy sintiendo en este momento.
 -Gracias Tom por haberme invitado a esas hamburguesas y por dejar que te contara de mi amigo galletas
-Fue una noche interesante

La miro y me despido de ella en el umbral de la puerta y entonces tengo que hacer algo y lo hago. El beso y ella me corresponde y nos besamos en la oscuridad de la sala de estar. Luego simplemente me mira y me voy ya no sé qué más hacer y si ella permitiría que pasara.
Y huyo de ahí a toda velocidad compro una botella de whisky y me la tomo yo solo y voy a buscar a mi Luna.

-¿Tom que haces aquí? No me contestabas y quería invitarte a cenar porque descanse hoy.


La miro mientras habla y entonces la beso cierro la puerta detrás de mí y la guió a la habitación la aviento en la cama y mi mente la transforma en mi novia de la infancia los ojos verdes de Adela me miran llenos de amor, de magia de sexo de inocencia. Luna sin saberlo se transforma en Adelante. Mi más grande amor.

Nota:

Hola mis estimadas niñas, solo quiero avisarles que ahora subiré todos los capítulos de esta forma cada semana y en el último nada más se permitirán los comentarios es porque ahora me queda muy poco tiempo durante la semana. Muchas gracias por leer y espero que estén bien. Besos♥

3 comentarios:

  1. Oh sabes cata que esa es una buena idea. Que publiques de esa forma.
    Ame cada uno de los capititulos y ya quiero saber de Elizabeth ah y luna me carga mal igual que andy :(

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  2. Ow los capítulos estan geniales a luna la odio como a Andy ya quiero que tom y adela vuelban a estar juntos no me hagas sufrir mas :(
    Y Elizabeth ya la quiero conocer ♡

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  3. Aww Cata eres un amor!!

    Tom y Adela merecen estar juntos.. Esa Luna me preocupaa >.<

    Siguelaa Cata :D

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