Capítulo 6
Recordando los buenos tiempos a su lado.
Mi padre cada día se podía
más loco con el asunto de Elizabeth, cada día al llegar a mi casa me preguntaba
cuando estallaría la bomba, pero nada pasaba tanto que llegue a pensar que solo
había sido una broma de mi padre. Esa misma semana Adela llego con los cabellos
azules todo porque Campbell seguía odiándola y había cambiado el tinte. Esa
misma semana había estado con Luna iba a verla en las noches y después de
platicar con ella la sentía cada vez más mía.
-Creí que el rojo era
tu color.
-Lo es-me aseguro
mientras el elevador bajaba a la primera planta.-Fue una de las jugadas de
Campbell
-Oh lo siento de
verdad.
-Si he pensado dejarlo así
para que vea que no me molesta pero en unas semanas más tu padre y yo nos
reuniremos con unos inversionistas.- avanzo a la salida-hasta luego Tom.
Y me dejo ahí mirándola
caminar con elegancia hacia el estacionamiento donde seguro la espera Andy. Su
novio. Aquel día había amanecido nublado y había quedado con Georg ir a
platicar con él. Aunque me había cancelado cuando llegue a verlo porque se iba
a un curso se médicos a Berlín y viajaba esa noche. Cuando iba de regreso en la
Recepción se encontraba Adela.
-¿cómo que el taxi no vendrá?
¿Solo porque está lloviendo? Le pagare el doble. De acuerdo entonces cierre su
negocio.- dijo molesta y cortó la llamada.
-Hola
-Hola Tom.
-Escuche que necesitas
trasporte. Te puedo llevar si gustas
-Eh...bueno...yo preferiría-Y
miro su reloj-Bueno está bien creo que ya no tengo tiempo de hablar a otro
sitio de taxis además está lloviendo.
Y lo siguiente que supe
era que íbamos de camino a ver a una tan Liz LeGrande que era la dueña del auto
cinema. Con la cual Adela estaba llevando el proyecto de la promoción. Durante
el camino me dijo que le daba miedo manejar y que Andy al igual que Georg
estaba de camino a Berlín.
Y al llegar al lugar yo
me quede en el automóvil. Tratando de buscar temas de conversación en común quería decirle tantas cosas pero no
podía porque muchas de esas contenían sentimientos y resentimientos así que me
encontraba ahí sin saber que decirle. Y me habida sorprendido mucho que ella
hubiera aceptado, aunque claro ella había aceptado porque se le hacía tarde.
-Gracias Tom, por
traerme
-¿Quieres ir a cenar?-me
miro confundida y asintió sin estar muy segura.
-¿Mcdonals?
Y sin más que decir
puse en marcha el coche y nos dirigimos al McDonald más cercano y al llegar
ella toma asiento en una mesa alejada de toda la clientela no ay necesidad que
le pregunte que quiere comer. Yo sé que hamburguesa es su favorita, sé que
refresco toma se todo de ella. Antes solíamos venir y comprar en el
autoservicio de McDonald y luego comprábamos mas golosinas y nos íbamos a
cualquier lugar a comer sin parar. Adela tiene el metabolismo muy rápido por
eso ella no moderaba la manera en la que comía. Aunque no fuera así, pienso que
ella hubiera comido tanto como su apetito se lo permitiera. Ella siempre había
sido hermosa a su manera, aunque claro ahora lucia más femenina.
-¿No me digas que ahora
eres como todas esas modelos superficiales-Le digo mientras ella examina la
hamburguesa.
-No es solo que desde
que me mude con Andy el no deja que coma cualquier cosa. Con eso de que es médico
le da por cuidar la forma en la que comemos.
-Que novio tan imbécil tienes.
Por cierto ¿Porque ahora vives sola?
-Quería mi espacio-Dice
antes de darle una gran mordida a la hamburguesa y parece que va al cielo y
regresa ahí cuando se cómo las palas a la francesa. Y entonces le compre otro
solo por la satisfacción de verla feliz haciendo algo que mi enemigo jurado número
uno desaprueba.
-¿Quieres una para el
camino?-Ella asiente mientras sale del lugar y se dirige al coche mientras yo
termino de comprar más comida no apta para mi amor.
-Apropósito ¿Dónde está
galletas? Y en ese momento su rostro parece nublarse y la lluvia son las lágrimas
que brotan de su ojos verdes. Por esta reacción deduzco que ha de haber muerto
o algo malo le paso. Adela no dice nada mientras mira la lluviosa noche que ay
a fuera.
Y al llegar al edificio
en donde vive, reviso mi móvil y tengo un mensaje se Luna y una llamada
perdida. Miro a ver a Adela que ya está mejor.
-Bueno te veo el lunes
en la oficina.- Adela me mira buscando las palabras para decirme algo que no
sale de su boca.
-¿te gustaría pasar a
calentarte?- y el timbre de mi móvil hace que desviemos la mirada hacia la
llamada entrante de luna- Oh ya tienes planes.
-No. Nada que no se
pueda posponer- y me sonríe y yo muero con su sonrisa.
-Hace rato cuando
preguntaste por galletas-su voz se quiebra y luce desanimada-Murió hace dos años.
-Oh eso debió de ser devastador.
-Si-afirma mientras
bebe del café que ella misma preparo-Él era lo único que me quedaba de mis
padres, cuando cumplí 10 años mamá le dijo a mi papá que me lo regalaran y el
llego a mi vida cuando tenía 3 meces de nacido y cuando mi papa murió él estuvo
conmigo en esa casa hogar.
Se hundió en el sofá
mientras me contaba como había sufrido la pérdida de su amigo, mi caramelo murió
tres años atrás y me sentí igual que ella porque ella era un hermoso recuerdo
de mi infancia y adolescencia. Caramelo igual estaba conmigo en los días en los
cuales mis padres se desaparecían de mi mundo. Caramelo significaba recordar
los días en los cuales Adela y yo nos perdíamos en la ciudad con nuestras
mascotas y nos encerrábamos en una burbuja en donde solo ella y yo existíamos.
Cuando me encontré a
Adela en New York y luego regrese a Francia mantuvimos contacto un par de
semanas por teléfono y claro e-mails pero un lunes cuando le hable ella no
contesto y tampoco contesto mis e-mails y entonces no volví a saber nada de
ella. Estaba muy lejos de mi chica y casi siempre me torturaba a mí mismo imaginándome
a Adela en los brazos de alguien más. Aquello hizo que mis sentimientos hacia
ella se congelaran y que la hiciera completamente mía y que cada vez que tomara
una foto a alguna cosa que me la recordara se convirtiera en algo exclusivo de
ambos. Aunque ella no lo supiera me había acostado con muchas modelos que me la
recordaban, y cada vez que estaba mirando a una desconocida, mi cabeza por arte
de magia o de mi enfermizo deceso de volver a estar con ella, había transformado a cada una de esas desconocida en mi Adela. Que era lo
mismo que ocurría con Luna.
-Pero galletas tuvo una
feliz y larga vida.
-Eso es lo que me
consuela.
-Pensé que te quitarías
esos mechones azules
-Lo hare pero cuando
Campbell no esté cerca
-Aunque igual te hacen
ver bien
-¿Eso crees?
-A ti cualquier cosa te
hace ver bien.
-Gracias
Y nos quedamos en
silencio, ese silencio sepulcral e incómodo. Mi miraba se clavó en la sortija
de su mano izquierda.
-¿Entonces es un hecho?
Te casaras- me miro sin poder decir una sola palabra y se limitó a asentir.
-si
-No me imaginaba que
fueras del tipo de chicas que quisiera casarse.
-Ni yo. Una mañana
cuando tenía quince años desperté a lado del amor de mi vida y entonces descubrí
porque mi madre me decía que era bonito casarse y tener la seguridad que la
otra persona te brinda. Esa mañana me di cuenta que tenía el deseo de tener una
bonita historia como la que tuvieron mis padres y que me gustaría que alguien
me mirara por las mañanas como papá miraba a mi mamá.
Yo sentí algo parecido
cuando desperté a lado de Adela cuando teníamos 15 años. Y entonces supe que
hablaba de nuestra primera vez en su habitación que la llene de caricias y
besos y la había abrazado para dormir y en la mañana lo primero que vimos
fueron nuestros ojos. En ese momento quise que me besara el cuello y me
susurrara que me amaba. Y entonces la miro bajo la tenue luz de la habitación
mientras ella trata de descifrar mi rostro y lucho contra el impulso de
aventarme a ella y besarla, acariciarla hasta que nuestros suspiros se
conviertan en gemidos quiero ser correspondido mientras la beso que me desnude
y me lleve a su cama. Quiero hacerla llorar y lamer sus lágrimas y quiero
transmitirle todo lo que estoy sintiendo en este momento.
-Gracias Tom por haberme invitado a esas
hamburguesas y por dejar que te contara de mi amigo galletas
-Fue una noche
interesante
La miro y me despido de
ella en el umbral de la puerta y entonces tengo que hacer algo y lo hago. El
beso y ella me corresponde y nos besamos en la oscuridad de la sala de estar.
Luego simplemente me mira y me voy ya no sé qué más hacer y si ella permitiría
que pasara.
Y huyo de ahí a toda
velocidad compro una botella de whisky y me la tomo yo solo y voy a buscar a mi
Luna.
-¿Tom que haces aquí?
No me contestabas y quería invitarte a cenar porque descanse hoy.
La miro mientras habla
y entonces la beso cierro la puerta detrás de mí y la guió a la habitación la
aviento en la cama y mi mente la transforma en mi novia de la infancia los ojos
verdes de Adela me miran llenos de amor, de magia de sexo de inocencia. Luna
sin saberlo se transforma en Adelante. Mi más grande amor.
Nota:
Hola mis estimadas
niñas, solo quiero avisarles que ahora subiré todos los capítulos de esta forma
cada semana y en el último nada más se permitirán los comentarios es porque
ahora me queda muy poco tiempo durante la semana. Muchas gracias por leer y
espero que estén bien. Besos♥
Oh sabes cata que esa es una buena idea. Que publiques de esa forma.
ResponderEliminarAme cada uno de los capititulos y ya quiero saber de Elizabeth ah y luna me carga mal igual que andy :(
Ow los capítulos estan geniales a luna la odio como a Andy ya quiero que tom y adela vuelban a estar juntos no me hagas sufrir mas :(
ResponderEliminarY Elizabeth ya la quiero conocer ♡
Aww Cata eres un amor!!
ResponderEliminarTom y Adela merecen estar juntos.. Esa Luna me preocupaa >.<
Siguelaa Cata :D