Segunda
Temporada—Como solíamos hacerlo.
Capitulo
uno. Malas intenciones.
Por:
Tom
Tenía
cierto dolor de cabeza, y le echaba toda la culpa al alcohol que había metido a
mi cuerpo la noche pasada. Pero era 15 de enero y no había recibido ni una sola
llamada de mi madre, o de mi niñera. O de mi chofer. Mi padre me había odiado
desde que decidí no ser un gran empresario como él. Tanto así que cuando
termine de estudiar simplemente me quito mucho de los lujos que tenía, aunque
no me importaba del todo, después de todo yo era una persona que solía hacer
las cosas por si sola.
—Buenas
días—Salude al entrar al edificio.
—Buenos
días Tom
Camine
sin tomarle mucha importancia a nada, era típico de mi llegar a trabajar al día
siguiente medio borracho o crudo lo mejor del caso es que nadie se nada cuenta.
Nicole se aproximó a mí con la agenda, se veía tan fresca y probablemente desde
que me vio entrar a la oficina se dio cuenta que no estaba en mis cinco
sentidos.
—Tom,
te he estado llamando Martin está muy desesperado, te está esperando con todas
las modelos en el estudio de fotografía.
—Pues
no lo hagamos esperar más. Vamos. —Camine hasta el estudio sin detenerme a
dejar mis cosas—Puedes ir por un café bien cargado.
—Oh
Tom. ¿Volviste a tomar?
—Nunca
lo deje de hacer, ahora por favor, ve por el café después hablamos.
Nicole
era la única de mis asistentes que me había durado dos años, todas la demás se habían
ido después de darse cuenta que lo que paso entre ambos solo era de una noche, Nicole
ella tenía un hijo de dos años, y desde que llego a mi vida se había vuelto mi
mejor amiga. Así que ella sabía casi todo lo que había ocurrido en mi vida. De Adela,
no sabía nada más que estaba con su perfecta vida en Cambridge. Y la última vez
que hablo conmigo, fue para decirme que era un idiota pero que no era más
idiota que ella por haberme creído. Realmente no sé qué le hice. Pero las
mujeres son así. Se molestan sin motivo alguno y simplemente desaparecen de tu
vida; supongo que termino de estudiar, que ahora tiene un trabajo y que tal vez
tiene a alguien. Que de seguro es como ella.
—
¿Dónde demonios estabas? Estamos retrasados una hora Tom.
—No importa donde estaba. Lo importante
es que ya estoy aquí, y que terminamos en un segundo.
— ¿Estabas tomando?—Me dijo mientras
quitaba los lentes oscuros—Demonios Tom. Ya el alcohol hace mucho daño.
—Vamos ni siquiera mi madre,
me regaña para que…
—Después hablamos.
—Necesito más luz—Le dije
mientras los chicos del staff trabajaban y entonces me puse a examinar a las
modelos antes de empezar la sección de fotos. Mi vista se detuvo en una
pelirroja de piel apiñonada y ojos marrones—Martin—El me miro desde la otra
esquina y se acercó.
— ¿Ahora qué demonios paso?
—Quiero que me digas como se
llama la chica que está en medio de todas.
—Anahí ¿Ay algún problema?
—Sí, ella es pelirroja y creo
que habíamos acordado que yo no trabajaba con chicas con el cabello rojo.
—Joder, Tom no se cual sea tu
puto trauma con las pelirrojas, lo cual me parece estúpido, Anahí es bonita.
—No estoy diciendo lo
contrario. Creo que mi contrato dice que yo puedo despedir a las modelos, y te
puedo despedir incluso a ti porque al final yo decido si las cosas están bien.
Martin me observo incrédulo, y
sin poder articular palabra alguna. Y yo lo veía con una sonrisa en los labios,
no estaba dispuesto a trabajar con alguien que tuviera algún parecido con Adela.
—De acuerdo. Lo solucionare. Ve
a tu oficina y regresa en una hora.
—Así me gusta.
Camine a mi oficina y en el
camino me encontré a Nicole con mi café.
—Tom, estén ay alguien en tu
oficina que quiere verte.
—Si es Campbell. Ve y sácala
para que me pueda relajar.
—No, no es Campbell, a ella le
prohibieron la entrada a las oficinas hace unas semanas.
—Esa es una excelente noticia.
Si es alguna otra chica igual sácala.
—No es tu padre.
Me detuve en seco, antes de
captar lo que ella había dicho que yo recuerde no había salido nada acerca de mí
en las noticias o en las revistas que avergonzara tanto a mi padre para que
viniera personalmente a verme.
—Por favor que nadie me
moleste.
—Sí, lo tengo bajo control. Él
está en tu oficina.
Asentí y antes de abrir la puerta
tome una gran bocanada de aire. No sabía a lo que me enfrentaría hoy.
—Buenos días. —La silla del
escritorio giro y ahí estaba mi padre, sentado bebiendo lo que parecía ser Wiski
si había un culpable de mi problema de alcoholismo ese era mi queridísimo padre—
¿Qué demonios haces sentado en mi silla?
—Vamos, hijo pasa, toma
asiento—Lo miro ofendido y el soltó una carcajada. —Que grande estas Tomy.
—Tom. Papá Tom.
—Bueno Tom, dime quieres tomar
algo más fuerte que un café.
—No, ¿Dime que quieres?
—Oh vamos hijo así tratas a tu
padre después de haber seguido el camino
que yo no quería.
—Dime que quieres estoy
ocupado.
—Está bien.
—Quiero que regreses a casa con
tu madre, conmigo y con Paul y Tere.
— ¿Qué te hace pensar que
regresare?
—Te tengo una oferta de
trabajo. —Y no pude evitar reír.
—Vamos, quieres que yo tu único
hijo incompetente regrese a casa para trabajar contigo. Hay por favor padre
deja de tomar que el alcohol te está matando las neuronas. ¿Para que regresaría
a casa?
—Por ella—Dijo sosteniendo el portarretratos.
—Me tome la libertad de quitar la foto que estaba ocultando una muy hermosa
foto
—Dame eso—Le arrebate la foto de
Adela de quince años. Que estaba debajo de mi foto con mi perro caramelo, que
la escondía muy bien.
— ¿No vas a preguntar que
tienen que ver Adela en este asunto?
— ¿Qué tiene que ver Adela en
este asunto?
—Sabias que el padre de Adela
fue mi socio por mucho tiempo, claro antes de que decidiera quitarse la vida. Y
dejar todo lo que le pertenecía a su hermosa, inteligente y única hija que
tuvo. Mira Tom, hace unas semas se leyó el testamento de Daniel Trumper mi más
grande socio y porque no decirlo amigo—Dijo poniendo sus pies encima del
escritorio. —Y bueno recuerdo que tú y Adela fueron novios, pero hasta para eso
fuiste un completo imbécil y la dejaste ir. Y no pude decirle nada porque ella
aun no tenía idea de cuánto le había dejado su padre.
—Estas diciendo que Adela es
tu…
—Si así es hijo mío. El testamento
tenía una cláusula que decía que si Adela no estudiaba nada relacionado con
empresas entonces todo pasaría a mí, y yo quedaría como el socio mayoritario de
la empresa. Pero me lleve una decepción al descubrir que la pequeña Adela es
una de las mejores economistas. Y por lógico todas las acciones de su padre
pasaron a pertenecer a ellas.
— ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué
la seduzca y la convenza de que te ceda sus acciones?
—Vaya me enorgulleces no eres
tan imbécil como pensaba. Pero no es exactamente lo que quiero. Yo quiero que
la conviertas en mi nuera. Quiero que te cases con ella y que tengan un hijo, así
pues no me dolerá tanto cuando tenga que dejarle toda la empresa a ella o a mi
futuro nieto.
—No lo hare.
—Vamos Tom, sabes que si lo harás
solo que como siempre te estás haciendo del rogar. Oh bueno que te parece si
solo la embarazas para que me des un nieto que estudie lo mismo que ella y se
convierta en el heredero. Así la empresa quedara en manos de un Kaulitz
—Lárgate. No lo hare.
—Bueno no pienso discutir
contigo, pero en caso de que cambies de opinión debes de estar en Leipzig, en
la nueva casa antes del 10 de marzo. Y aquí
te dejo la dirección del departamento en donde estamos tu madre y yo. A Paul y
Tere les gustara verte. La cena es a las 8.
Y sin más que decir salió de
mi oficina.
Mi padre se había vuelto un
completo lunático. Nunca hubiera pensado que él y el padre de Adela estuvieran
asociados. Y ahora solo por su ambición quería que fuera al encuentro con
Adela.
—Dime Tom, ¿Qué pasa?—Dijo
Nicole.
—Necesito que reserves dos
boletos de avión, con destino a Leipzig, para el primero de marzo. Uno es para mí
y el otro es tuyo. Porque voy a hacer un viaje largo.
—Tom pero yo no tengo familia ahí.
—No importa te quedaras
conmigo. Y vas a llevar a tu bebé. Ya me voy, cualquier cosa me llamas al
celular cenare en casa de mis padres esta noche.
—De acuerdo.
Me encamine a la salida
pensando en la decisión que acababa de tomar, no es que pensara que Adela me esperaría
con los brazos abiertos pero necesitaba con urgencia regresar a ella y verla,
para saber si de verdad la había olvidado o solo yo me hacía al idiota creyéndolo
y engañándome a mí mismo.
—Sabes me alegra que lo hayas
pensado bien. Ya vas a ver que ella estará muy feliz de verte.
—Papá pero que se supone que
hare en tu empresa.
—Bueno ya que no tienes
habilidades para la economía o finanzas tú vas a ser el jefe de producción y
eso. Ósea estarás en el área en donde se producen los comerciales y videos y
todo eso que tú sabes hijo—Mi padre me abrazaba mientras seguía bebiendo.
— ¿Dónde está mi madre?
—No tarde en llegar, ya sabes cómo
es ella. ¿Saludaste a tu niñera?
—Si también a Paul.
El departamento donde se
estaba quedando mi padre era grande y aproveche para echar un vistazo a algunas
revistas que la tenía ahí. Me llamo la atención una en especial era un numero
reciente donde hacían oficial el nuevo cargo de Adela en la empresa de mi
padre, mencionaban a su fallecido padre y
a ella la adornaban como todo lo que era una mujer hermosa, inteligente
y muy capaz. En la portada estaba ella que vestía como toda una ejecutiva a
lado de mi padre pero en la revista no mencionaban más acerca de su vida y yo moría
de ganas de saber si ella tenía novio, amenté o algo que se le pareciera. Aunque
no quería saberlo porque bien sabía que aunque no lo aceptara me moriría de
celos.
Yo quiero saber que pasara, porfi publica otro capitulo.
ResponderEliminarAdoro esta fic, solo quiero saber que pasara cuando se entere que Andy le gano a la chica.
Oh ya quiero leer más, ya me imagino a Tom intentando seducirla.
ResponderEliminarJajaja publica pronto n_n
Ow ay que ver que pasara, el padre de Tom es todo un personaje...
ResponderEliminarAy ya se acerva el tan esperado y ansioso encuentro entre Adela y Tom!! *.*
ResponderEliminarSiguelaaaa