lunes, 1 de septiembre de 2014

Capitulo 30


Nota:


Hola niñas.

Si me eh tardado mucho en actualizar pero bueno aquí les traigo el capitulo 30 que espero sea de su agrado, es especial porque lo narra Tom, no odien a Adela. A Campbell sí. Pero ya verán este y el que viene son capítulos muy importantes. Y también espero que les guste la nueva imagen del blog :D


Por: Tom
Capítulo 30/Viaje 

— ¿Que es lo que tienes ella? La niña nueva soy soy. —Campbell miro con ira a Adela, que acababa de hacer un truco de esos que les salen a muy pocos.
—Bueno tal vez porque ella no solo es bonita, también es inteligente y divertida.
—yo puedo ser divertida.
—Pero tú no sabes patinar, como ella—Campbell me miro aun más molesta.
— ¿Por qué la defiendes tanto? ¿Te gusta?
—Ella es mi novia.
— ¿Qué? ¿Desde cuándo te gustan los chicos?
—Desde que son tan lindos.

Camine hacia donde se encontraba ella, hacia apenas unas horas que la había recuperado, y me sentía muy bien por el hecho de tenerla nuevamente conmigo, no porque igual y le gane a el imbécil de Andy, pero sabía que ella me quería a mí y no a él.
— ¿Qué vas a hacer?—Me miro y en su rostro se le dibujo esa curva tan hermosa que tanto me mataba “su sonrisa”, miro a ver a todos sus admiradores.
—No sé. Hmm, creo que ya me voy, chicos nos vemos mañana en la tarde y les doy más tips.
—Adela no—Protesto uno de sus amigos—Es que, queríamos pasar más tiempo contigo.
—Bueno será mañana porque ahora tengo un compromiso importante.

Aunque se desanimaron, ella no le tomo mucha importancia y tomo mi mano, para irnos. La verdad es que no tenía idea de a donde iríamos solo quería estar con ella lejos, en donde nadie más estuviera. La quería tanto y en todo ese tiempo que no la tuve la extrañe demasiado.
Cuando estaba con Adela me sentía extraño, con un estado de ánimo que no podía explicar, miles de pensamientos y sentimientos que no sabía que existían aparecían, y tocaban a mi mente y corazón a cada segundo. No fue hasta esa mañana que me percate que el verano había terminado hacia ya un buen tiempo, ahora el fresco otoñal se hacía presente en toda la ciudad, muchos de los arboles comenzaban a quedarse sin hojas las cuales se arremolinaban y danzaban al ritmo que el viento se las llevaba.
Suspire y ella soltó mi mano.
— ¿Qué ocurre?
—Nada, solo pensaba.
— ¿En qué? Claro si se puede saber.
—En muchas cosas, como en que todo el tiempo que no estuve a tu lado me la pase mal. Y también que fui un estúpido al decirle eso a Andy, solo para demostrarle algo que los dos ya sabíamos. “ tu amor por mi”

Nos miramos de frente, ella tenía su tabla debajo de sus pies y me miro con cierto recelo, tome sus manos. Y la mire, y creo que lo hice de una forma extraña, su rostro cambio a una de miedo, sorpresa todo aquello provocado por no saber qué era lo que pensaba, lo que pretendía.
—Tom ya es un poco tarde, tengo que llegar a mi casa.
—si ya se, solo quiero verte un poco más, me gusta cuando te son rojas porque me la paso mirándote, y como tu cabello brilla cuando un rayo de sol lo ilumina. También me gusta cómo me vez, aunque ahora no es precisamente la expresión que me gusta.
— ¿Te sientes bien?
—No creo que el cambio de clima me está afectando un poco, pero sabes solo te lo quería decir.

Sonrió y bajo su rostro, había lo grado lo que me gustaba. Sonrojarla.
Despúes ella se acerco y me dio un beso, uno suave, tierno. De amor.
Continuamos nuestro camino sin rumbo fijo, hablando de cosas sin importancia, del clima de la estación del año, del fresco de todo. De lo muchos que ella me gustaba, de todo lo que me hacía sentir.
La quería demasiado.

—Tom…Tom—Mamá bajaba de las escaleras, se veía apurada, pero claro ella siempre andaba a si cuando se trataba de ir a algún lado. —Hijo te estaba buscando—Se acerco y me dio un beso en la frente, después tomo el lugar vacio a mi lado, claro acostumbraba comer solo, y entonces me percate que no estaba muy bien arreglada, a esas horas ya tenía encima de todo. Tenía su pijama y se veía un poco más grande de lo que en verdad era, me miro y yo la mire aun mas confundido

— ¿Qué? ¿Hoy no vas a salir?. —Caramelo la miraba desde el suelo, tenía la mirada algo rara, estaba completamente confundida como yo.
—No hoy me voy a quedar contigo, mi hijo.
— ¿Oye mamá te sientes bien?
—Sí, es solo que quiero pasar más tiempo contigo. —Me dio un beso a un costado de mi cabeza y mi mirada recayó en el plato de cereal que tenía enfrente de mí.
— ¿Dime que te dijo mi padre? ¿Qué te quito para que hicieras esto?
—Nada, Tom solo quiero estar contigo, eres mi único hijo y necesito estar más tiempo contigo, saber que tu estas bien.
—Madre me estás dando miedo, ¿Te drogaste o algo parecido?
—Tom—Tere se aproximo a mi—Respeta a tu mamá si ella quiere estar contigo, es porque eres su hijo, no porque se haya drogado o algo parecido.
—Gracias Tere—Le dijo mi mamá—Tom ¿Quieres salir a algún lado? Tú y yo.
—Eh—No me sentía cómodo con esa situación, estaba un poco raro, y ella, ella no era mi mamá o por lo menos yo no la veía de esa forma, estaba tan acostumbrado a Tere  y ahora ella viene a decirme que quiere salir conmigo—No puedo, voy a salir con Adela.
—Tom, yo se que nunca estoy contigo pero… me gustaría poder conocerte mas, eres mi hijo tienes dieciséis años y yo no sé nada de ti.
—Ya me di cuenta, tengo quince años mamá.
—Ya ves. —Me miro con una expresión extraña pero logro algo que nunca pensé que otra mujer lograría. Convencerme de algo.
—De acuerdo, no voy a salir con Adela es solo que no quería salir contigo Vanesa pero…
—Dime mamá.
Aquello era más extraño, a mi madre siempre le había llamado por su nombre nunca por mamá, salvo en algunas ocasiones.
—Ma-má—Le dije separando las silabas, un poco o aun mas confundido que antes. —Que te parece si caminamos por el parque, iré a cambiarme y a buscar la correa de caramelo.
Camine escaleras arriba aun con esa confusión y me puse lo primero que encontré, tome la correa de mi perro y baje, mi madre ya me esperaba ahí, estaba vestida de una maneras más deportiva.
Desde que era niño, había estado deseando tener un día de padres e hijo y me pase envidiando a mis amigos por tener unos padres que les daban todo: comodidades, lujos y amor. Yo solo tenía dos Comodidades y lujo, el amor se había olvidado y ahora no me sentía del todo bien. Incomodo. Raro.

—Hola Tom—Una voz conocida, y muy chillona sonó a mis espaldas. Mi madre permanecía sentada a mi lado, saboreaba un helado de fresa y de vez en cuando me miraba y me sonreía lo que hacía que me sintiera a un mas incomodo.
—Campbell—Dije cuando ella ya había ocupado el lugar libre a mi derecha.
—Señora Kaulitz—Mi madre la miro como tratando de recordar quién era y no lo consiguió. — ¿No me recuerda?
—Lo siento no.
—Soy Campbell, fui novia de Tom.
—Lo fuiste—Le recordé, ahora que ella estaba aquí, tendría muchos problemas ella solía poner todo  mi mundo de cabeza, una de las razones por las cueles nuestra relación duro unas semanas fue el hecho de sus celos, de que era un chica fácil y claro no tenía ni un gramo de cerebro, por eso tenía suerte de ser bonita.
—Veo que paseas a tu perro—Caramelo le gruño cuando ella quiso tocarle el hocico, ella retrocedió y me miro—Donde se supone que está tu novia.
—En su casa.
—Eso es lo que tú crees. Pobre inocente.
— ¿A qué te refieres?
— ¿Tu sabias que Adela iba a viajar a ver a sus padres a Berlín? Si algo si le entendí a mi primo.
—No, no lo sabía—Adela nunca me ocultaba nada. — ¿A dónde quieres llegar?
—Andy la acompañara, esta mañana mi primo se levanto muy temprano, si y alisto sus cosas para un fin de semana.
—Eres una mentirosa—Se me había olvidado que mi madre aun seguía a mi lado.
—Bueno yo solo te digo que Adela se irá con Andy hoy en la tarde en tren.

Se acerco a mí y me dio un beso en la mejilla después se fue. Mi mamá me miraba.
— ¿Le creíste?
—No—Aunque lo dije dudando. En el fondo sabia que Adela quería un poco a Andy.
—Por supuesto que le creíste—Mi madre se acerco  a mi—Tom…si ella te quiere, no tienes porque preocuparte.
—Tengo que hacer una llamada.
—Claro.

Camine para poder hacer la llamada.
—Tom ¿Qué pasa?
—hola Adela. ¿Es verdad que vas a viajar a ver a tus padres?
—si
—Iras con alguien
—Con Andy—Contesto dudosa.
— ¿Por qué con él?
—No sé, el me lo sugirió la semana pasada.
—Pero tu novio soy yo.

—Lo sé, y es a ti a la persona que más quiero. ¿Confías en mi?—me quede pensando en muchas cosas. — ¿Tom?

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