lunes, 1 de septiembre de 2014

Capitulo 28


Capítulo Veintiocho: Amigas


—Adela—El maestro hizo lo que Bill había hecho en la mañana, pasó varias veces su mano por mi rostro para que reaccionara.
—Perdón, lo siento ¿Qué pasa?
—Es lo que me pregunto. Hagamos lo siguiente, valla al baño y lávese la cara, y regresa cuando esté dispuesta a trabajar y a prestar atención.
—Claro
Me levante del asiento toda confundida y mal, sabía que había en mi mochila y no quería llegar a mi casa y saber que si lo estaba; entre al baño y busque mis dos móviles el de Adela y el de Daniel.
En ambos tenia mensajes de las mismas personas lo único que cambiaba era el contenido del texto.
“Daniel hoy te veo en el parque saliendo de la escuela, es importante tengo que decirte algo” Tom.
“Ya no sé qué más hacer, dime lo tú, ¿Cómo arreglo eso?, Adela yo te quiero” Tom
“¿Se supone que juegas conmigo, o con ambos? Ya no te entiendo Adela, ¿lo quieres a él o a mí? Andy.
Me sentí mal por eso y sabía que no estaba en condiciones para regresar al salón, tenía muchas cosas en mente y la mayoría se relacionaban con chico. ¡Son una porquería! Todos desde el más chico hasta el más grande.
Me mire varias veces en el espejo tratando de encontrar algo que me hiciera saber que todo iba a estar bien pero nada. Mire a verme nuevamente y solo conseguí imaginarme a Tom y a Andy a mi lado.
Regrese nuevamente a mi salón y trate de no pensar, pero me di cuenta que cuando tratas de no pensar estás pensando en no pensar XD y por arte de magia comencé a pensar nuevamente.

— ¿Y estas lista para la respuesta?
—Por supuesto que no.
— ¿Dime que vas a hacer si  resulta que si? Tu tío de mata, ¿has pensado en eso?
—Ariana ahora no me digas eso, yo voy a buscar la forma de resolverlo.
—Como digas pero…
—Solo ten confianza en mí.
—Como digas, creo que me estoy pareciendo a Gustav y a Bill igual de histéricos cuando están nerviosos
—Si estas actuando como ellos.

Ariana se relajó un poco en toda la mañana no volvió a insistirme en eso de “que vamos a hacer” así que pude estar más tranquila. Solo me preocupaba el hecho de Daniel.
Pero buscaría una forma de deshacerme de él, por lo pronto sabía que podría salir viva de ese encuentro con Tom en el parque.

—Adela dijiste que saliendo iríamos a tu casa.
—Ya lo sé pero necesito saber que quiere Tom, no vamos a tardar, solo hablo con él y regreso. Y nos vamos a mi casa.
— ¿Segura?
—Si no te preocupes.
Después de que mi tía fue a dejarme una bolsa en donde estaban las cosas de Daniel, había preguntado que era pero no le conteste le dije que eran unas cosas y ya, también le había dicho que llegaría tarde porque tenía que hacer algo de la escuela. Cuando me termine de vestir como Daniel Salí sintiéndome muy segura de lo que hacía pero al final cuando estuve enfrente de Andy, Tom y Georg me sentí mal, sentía mi estómago un poco revuelto y cansada, lo cual era extraño, porque me sentía como si hubiera estado jugando futbol toda la mañana sin descanso. Lo cual no era el caso.
— ¿Ocurre algo?—Georg fue el primero en notar mi malestar. Negué sin contestar y los observe.
—Pareces muerto. ¿Seguro que no pasa nada?
—No, díganme de una vez que es lo que querían
—Que nos ayudes a solucionar un problema a mí y a Andy.
—Bueno creo que hablaron a la persona equivocada. No es conmigo con quien deben de hablar, que tal con la chica. Adela.
—Oye esto me incomoda te sientes bien, ¿es enserio?
—Pues la verdad no, solo quiero llegar a mi casa pero no puedo porque tengo a tres estúpidos que no saben cómo solucionar un problema.
—Tienes razón Daniel creo que es con ella con quien debemos hablar.
No puede ser ahora tendré que enfrentarme a ellos dos y sola. No puede ser, soy una estúpida me acabo de dar cuanta que era mejor ayudarlos como Daniel.
Y ahora me sentía aun pero, si de por sí ya tenía el malestar estomacal, ahora estaba mareada.
—Si eso esto creo que mejor me voy.
Mire mi patineta a lado de mí, y dude en hacerlo, porque estaba mal pero no quería quedarme un segundo más ahí, y para entonces tenía que alcanzar a mi amiga cerca de mi casa.
Cuando me subí en ella sentía como que me caía pero hice lo posible por mantener en equilibrio, solo lo logre por un par de minutos por que después de aquello caí. Se escucharon voces a mis espaldas, estaba tirada boca abajo y no quería levantarme los tres chicos se acercaron para ayudarme. Gire sobre mi cuerpo para quedar de frente y con lo primero que me tope fue con sus rostros.
— ¿Te encuentras bien?
—si eso creo.
—Te ayudo—Tom me ofreció su mano
—Puedo solo. No te preocupes, no sé qué me paso. —Me levante con mucho cuidado y los mire. —Solo no me siento bien, me tengo que ir a mi casa.

Camine con cuidado y vigilando que ninguno me siguiera se limitaron a verme huir de ellos, desde donde estaban.
—Adela llevo más de una hora parada como mensa aquí. ¿Dónde estabas?
—Lo siento es que me sentí un poco mal en el camino.
—Bueno ya dejemos de platicar y entremos.

Ambas caminamos hasta la puerta de entrada, mi tía estaba en la cocina la saludamos y subimos a mi habitación hachando el cerrojo.
—Respira, tu puedes no te presiones y recuerda amiga que pase lo que pase yo voy a estar contigo.
—Te lo agradezco Ariana, creo que necesitare de mucha ayuda.
— ¿Estas lista?
Asentí y entre al baño.

Después de haber leído y releído las instrucciones que venían en la cajita decidí que era tiempo de saber de una vez que era lo que pasa con mi cuerpo, si tendría algún cambio y eso. Ahora solo esperaba con paciencia el resultado. Ariana estaba igual de nerviosa que yo.
Se sentó a mi lado y nos sonreímos sin ánimos.
—No te preocupes Adela. Todo va a estar bien.
Suspire un poco frustrada porque tal vez hubiera arruinado mi vida.
—Oye si es así pues sera un bebé hermoso, claro por la madre no por el inútil del padre, a lo mejor y no sea tan malo.
—Si por ahora no me voy a preocupar mucho.

Sonreí sin ánimos y ella miro a ver a mi buro, estaba mis nervios aumentaron mas cuando me dijo que ya estaba listo ahora solo tenía que ver el resultado de la prueba. Se sentó a mi lado con ese pedazo de plástico al cual le tenía mucho miedo.
— ¿Quieres verlo tú? O prefieres…
—Por favor hazlo tú.

Cerré mis ojos y tome su mano y con la otra apreté mi almohada…
—Adela…tu…tu…
En ese momento comencé a llorar como nunca lo había hecho, no quería tener un bebé no ahora. Me di cuenta de muchas cosas en tan solo un minuto en ese momento quería estar con Tom porque el sabia como calmarme, en ese momento quería que ahí estuviera para sostener mi mano, y ahora, ahora y no estaría con él porque así lo había decidido yo.
—Adela no llores no estas embarazada, al menos es lo que dice aquí.
Abrí mis ojos de golpe y aun con la vista nublada por las lágrimas tome la prueba con las manos temblorosas y trate de confirmar, de ver por mí misma lo que mi amiga me había dicho hacia unos segundos. Y entonces volví a llorar, no lo estaba ¿Pero entonces porque me había estado sintiendo mal?
—Tranquila nada pasara—Ariana me abrazo y me consoló, como quería a mi amiga. —Solo hay que saber porque te estas sintiendo así. No te preocupes estoy aquí.
Nunca había tenido una amiga como ella, la quería sin duda alguna.
Se quedó conmigo hasta que me tranquilice y en la noche volvió a hablarme para ver como seguía.
Aunque después de que ella se fue todavía me sentí un poco mal, lo pude superar por completo hasta la noche.

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