lunes, 1 de septiembre de 2014

Capitulo 14




Capítulo catorce: Amo a Tom

— ¿Y qué va a pasar con Daniel?

—seguirás siendo Daniel.

— ¿Me contaras que fue lo que ocurrió en tercer año?

—Algún día, ahora háblale a ese imbécil.


Deje de hacerle preguntas y marque el número de Tom, el no tardo en con. Andy me miraba sentado en la cama, galletas estaba nervioso con la presencia de él.

—Adela—La voz de Tom parecía de emoción como cuando a un niño pequeño le compran un dulce. —Que hermosa sorpresa, ¿no estabas enferma?

—Solo un poco, pero ya estoy un poco mejor.

—Eso me alegra ¿sabes que te extrañe hoy?

— ¿Enserio?

—Si—ambos permanecimos callados. Andy comenzaba a desesperarse y galletas a un mas, — ¿Te gustaría salir conmigo el sábado?, es que como el domingo ya tienes una cita con Kevin.

—No ya no voy a salir con él.

— ¿Por qué?

—El sábado te lo contare.

—Entonces el sábado ¿mañana vas a la escuela?

—Si no podría faltar un días más. Nos vemos ahí Tom.


Colgué y una sonrisa y un suspiro se me escaparon de la boca, Andy me observaba molesto, nervioso de muchas formas. Galletas camino a  mi lado y lo acaricie me olvide por completo que ahí estaba Andy.

—Ahora no sé cómo le vallas a hacer, pero te quiero ver en el parque eh Danielito.

—No me digas así.

—Eres Daniel ¿no? Claro que lo eres y yo te descubrí.

—Tarado, no puedo salir de mi casa se supone que estoy enferma.

—Ese es tu problema.

— ¿Por la ventana?

—Si te ayudare cuando me vaya.


Pase como media hora resolviendo unas tareas con él, después se fue y me deje sola en mi habitación le avise a Bill lo de salir por la ventana. El igual iba a ir al parque para estar más cerca y como siempre vigilar que nada me ocurriera que nada me pasara. Era algo así como mi hermano.

Después de cambiarme me acosté en la cama y mi tía paso a verme le dije que tenía mucho sueño y que quería dormir así que cuando salió asegure la puerta de mi habitación , Andy ya estaba esperándome ahí abajo, le avente la patineta y después empecé a bajar como ya sabia hacerlo.

—Tom ya está en el parque. Acomoda tu cabello bien.

—No puedo sola necesito de Ariana.

—Pues vamos a buscarla. —si definitivamente él me tenía en su poder.

Mis amigos estaban sentado en una mese que había afuera de la cafetería, los tres estaba confundidos cuando me vieron llegar con Andy, vestida como Daniel pero con el cabello de Adela.

— ¿Qué hace el aquí?—Pregunto Ariana.

—Es una larga historia que no les contare hasta que tengas más tiempo, espero que lo entiendan pero Andy ya lo sabe todo no tiene caso fingir—Gustav actuó como Bill había actuado igual de paranoico, pero supe como tranquilizarlo, camine con Ariana me acomodo mi cabello y observo a Andy.

—Eres un imbécil Andy. ¿Y sabes que es lo peor?—Los tres chicos la miraban—Que solo porque descubriste eso la tienes en tu poder, así como con casi todas las chicas, solamente eres la sombra de Tom, que pena me das.

—Y tú eres la sombra de Adela, ¿Sabes por qué?

—Ey, no te voy a permitir que aparte de tener presionada a mi prima te metas igual con Ariana ella tiene razón mejor ya vete. Adela te espero aquí.

—Sí.


Andy y yo llegamos hasta donde estaba Georg y Tom en las patinetas como siempre nos recibieron con ese tonto saludo.

—Pensé que no iban a venir.

—Si con eso del ñoñazo que eres Andy pues ya dudaba que iban a venir.

—No eres nada gracioso Georg.

—Dejen de pelear y mejor mas acción.


**


Cuando regrese en la tarde tuve suerte que mi tía no me descubrió aunque mi tío el casi me atrapa pero me salve. Solo entro a verme me dio beso y me dijo que me quería, después de que me llevaron la cena a mi habitación platique con Bill y después me arregle para dormir. Solo esperaba con ansias ir a la escuela quería ver a Tom como Adela.

— ¿Ya te sientes mejor?

—Si tía, ¿me podrías ayudar con mi cabello?

—Claro, cuando te lo cepillo siento como si se lo estuviera haciendo a una muñequita. —estaba sentada enfrente del tocador de mi habitación. Mi tía me peinaba y acariciaba mi cabello—Adela tu eres una niña hermosa no creo que no tengas pretendientes.

—Andy, Kevin, Tom. Te puedo hacer una lista y nunca acabo.

— ¿Te gusta alguno?

—Humm—Era mi tía después de mi madre era a la segunda mujer a la que le tenía confianza y tal vez ella me podría decir que era eso que sentía por Tom.

—Creo que el equivocado.

— ¿Por qué el equivocado?

—Es que a mi tío no les gusta para nada Tom Kaulitz

—Tom Kaulitz—Repitió mi tía—Es un niño atractivo, ¿eso es lo que te gusta de él? ¿Él te atrae?

—Al principio pensaba que sí, pero me di cuenta que no, es que cuando lo veo siempre me dice cosas bonitas, me dice que soy hermosa que soy una muñeca y él me ha dicho muchas veces que me quiere y le gustó mucho.

—Adela—Mi Tía se acercó más a mí—Por cómo me dices las cosas, parece que estas enamorada de ese chico.

— ¿Y es malo?

—Claro que no es malo, es un sentimiento muy bonito. Creo que deberías de salir con él.

—Pero no habrá problemas.

—Por el ogro ni te preocupes yo lo controlo.

—Bueno está bien.

—Pero creo que se te hace un poco tarde, ¿te parece si bajamos?

—Si—Tome mis cosas y ambos bajamos. Después galletas de despidió de mí.


Mi tía tenía razón era algo extremadamente bonito lo que sentía por Tom, lo amaba si lo amaba. Cuando llegue a él salón y no vi a Tom me sentí rara, quería verlo ese era el motivo por el cual me había esperado tanto en mi arreglo personal.

—Hola Danielito—Andy, como siempre no se cansa de molestar a una.

—Ya te dije que no me digas así.

—Bueno Adela. ¿Ye te dijeron lo adorable que te ves hoy?

—Por supuesto que no se ve adorable, se ve hermosa. —Tom entro como todo un galán al salón Andy lo miro molesto, como siempre él le arruinaba todo. Lo saludo de mala manera y después de acerco a mí, tomo mis manos y nos miramos por un par de segundos, sentía algo raro como si sintiera lo mismo que el sentía.

— ¿Me veo hermosa?

—Lo eres

Bill entro al salón y aquella escena le incomodo como a Ariana y a Gustav pero a mí no me importo mi tía dijo que debería de salir con él y eso iba a hacer, iba a salir con el niño que tanto quería.

—También quiero que hoy desayunes conmigo. —Asentí y el me dio un besito en mis labios, después nos sentamos cada uno en su lugar. Y debo de admitir que estuve esperando ese momento todo el tiempo, el momento en el cual el reloj marcara la hora para estar con Tom.


Cuando el momento llego Andy y Georg se sentaron en otra mesa aunque Andy no despego la mirada de ambos, asesinaba a Tom con la mirada.


—Antes de entrar al salón vamos a dar un paseo en el jardín, te quiero dar algo.

—Claro—cuando salimos de la cafetería todos nos observaban de forma extraña de repente la chica que había golpeado a el brabucón salía con él. Era raro pero no me importaba, tampoco me intereso cuando él me tomo de la mano y salió de ahí conmigo.

—Adela es extraño en muchas formas lo que pasara.

—No te entiendo.

—Cierra tus ojos.

— ¿Por qué?

—Solo hazlo—Obedecí y sentí su presencia detrás de mí, su respiración, también cuando una de sus manos levantaba mi cabello y después el frio de algo sobre mi pecho. —Abre tus ojos—Lo hice casi al instante. Toque mi pecho y descubrí una cadenita

— ¿Qué es esto?

—Bueno mi abuela me lo regalo cuando tenía doce años, me dijo que mi abuelo se lo había regalado a ella, y que yo se lo regalara a la niña que más me gustara y de la que estuviera enamorado.—Entonces me quede inmóvil él dijo que estaba enamorado de mí.—¿Te gusta?

—Es precioso—Sonreí y el igual.

—Me gusta verte sonreír.


Se acercó a mí y por instinto cerré mis ojos, después sentí sus labios sobre los míos y como paso con mis ojos mis labios se movieron con los de el en un beso que se prolongó por un par de minutos.






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