jueves, 30 de octubre de 2014

Epílogo



Epilogo
Narrador...
Una suave brisa invernal golpeo con gentileza y suavidad las mejillas rosadas de Adela. Sus cabellos eran batidos por el viento pero para ella era una tarde agradable como muy pocas. Miro nuevamente el semáforo que paso del rojo al verde y avanzo con cuidado hacia adelante para tomar la carretera principal. Normalmente a ella no le hacía muy en gracia manejar, sus nervios estaban a flor de piel pero se había acostumbrado ya a la carretera aunque odiaba que las carreteras principales tuvieran cada dos kilómetros un semáforo. Aunque era muy eficiente debido al tráfico que se arremolinaba para vehículos de todo tipo porque todos querían salir de la ciudad o entrar a la ciudad. En su caso era salir de la ciudad, tenía claro que no se iba para siempre porque sería imposible abandonar la empresa que no solo era del señor Kaulitz la mitad le pertenecía a ella por derecho. Y el señor Kaulitz había aceptado que Adela mandara cada vez los informes mientras decidía retomar su cargo físicamente.
Nuevamente se detuvo ante el rojo del semáforo y suspiro, quería llegar pronto a  Magdeburgo  se alegró al darse cuenta que sería el último después de aquel lo único que quedaba sería un largo camino por recorrer y esperar para pasar le hacía perder la cabeza. Cuando al fin estuvo del otro lado, se estaciono justo a un lado de la carretera y se bajó del vehículo miro su móvil y tenía muchas llamadas de Tom. Suspiro y presiono la tecla llamar. El teléfono fue contestado al primer timbre.
—Adela ¿En dónde estás? ¿Porque tu oficina esta vacía?
—Tom tranquilízate. Me iré por un tiempo pero seguiré atendiendo mis labores en la empresa
— ¿Como que te vas por un tiempo? dime en donde estas y te alcanzo
—No Tom. Este viaje lo quiero hacer sola
—Adela tu y yo debemos de estar junto
—Y lo estaremos pero no por ahora. Entiende que necesito estar sola un tiempo y cuando sea el momento estaremos juntos
Permaneció callado al otro lado del teléfono. Procesando la noticia.
—Tom confía en mí, te amo
Adela corto la llamada y aventó su celular hacia algún lado en la carretera. Y después comenzó otra vez el viaje se su vida, hacia su nuevo hogar. Pero de una  u otra forma sabía que pronto estaría nuevamente con Tom.
No sería mañana ni en una semana pero Tom confiaba en la palabra de Adela. Se abrazó a el mismo cuando el aire invernal lo tomo por sorpresa, suspiro y miro a ver hacia uno de sus costados, ahí sentado una banca más atrás estaba Andy, su cabello platino brillaba con la tenue luz de la tarde. En ese momento Tom sintió un impulso de ir por él y golpearlo pero algo lo detuvo y camino hacia él.
—Hola—el miro a verlo y no pareció sorprenderle su precia— ¿Puedo sentarme?
—Claro—así que tomo asiento alado de Andy—Pensé que estarías con Adela
—Yo igual
Contesto con serenidad, y una vez más el frio viento lo tomo por sorpresa. Y el sol estaba a punto de ponerse.
— ¿Aun la amas?
—Tom creo que esa respuesta la sabes a la perfección. Pero aunque la ame no creo volver a estar con ella—Suspiro y miro a ver a Tom— ¿Tú la amas?
—Como nunca había amado a nadie
Ambos miraron al horizonte en donde el cielo ya estaba de un tono naranja y el color azul comenzaba a abrazar el cielo de la ciudad.
—Espero que algún día se feliz con ella

Andy se puso de pie y comenzó a caminar en dirección hacia donde el sol se ocultaba con lentitud y Tom suspiro profundo esperando que ese día llegara pronto.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Segunda Temporada—Como solíamos hacerlo




Capítulo 17
Final
Como solíamos hacerlo
—Si algo ocurre mientras no esté, me llamas al celular lo tendré encendido. Cuiden bien a Elizabeth
Después de dar las instrucciones por milésima vez mi padre y yo nos dirigimos hacia donde estaba Adela. Faltaba una hora para abordar el avión pero con las filas que teníamos que hacer apenas habíamos llegado con tiempo exacto.
—Adela hija—le dio un abrazo y beso su mejilla—Pensé que no vendrías, ya estaba buscando formas de arreglármelas sin ti.
—Sabe que ante todo está el profesionalismo
Adela y yo estábamos a cada lado de mi padre, la observaba de reojo mientras mi papá hablaba.
—Negociaremos para que inviertan en nuestra empresa, Daniel venia conmigo. Tu padre como nos hace falta pero tú eres muy brillante querida así que no me preocupo por nada del mundo. Y quiero que ambos me ayuden Tom te traje a ti porque tú eres de producción y quiero que les muestres de lo que somos capaces y hacemos en la empresa y si todo sale bien en diciembre iríamos a New York para tratar asuntos con algunos viejos socios.
Adela estaba un poco desconectada pero le había memorizado cada palabra que había dicho mi padre. Quería hablar con ella de cualquier cosa pero en el avión tampoco pude porque mi padre se sentó en medio de ambos y no dejo de hablar de lo emocionante que era para el este negocio.
Y Adela se emocionaba cuando mi padre hablaba del buen hombre que era su padre y de lo maravilloso que era para hacer negocios. Ella esperaba ser igual a él, estaba orgullosa de su padre.
En la recepción de hotel mi padre estaba registrando la entrada y cuando se acercó a nosotros nos entregó las llaves de la habitación.
—Estaremos aquí tres días y dos noches los espero a las 6:00pm sean puntuales
— ¿Te veremos en la recepción?
—Si
Mi habitación y la de Adela eran habitaciones contiguas y las separaba una puerta. Mi padre nos había citado a las 6:00 pm aún faltaban dos horas. Decidí hablarle a mi mamá solo porque me apetecía.
—Tomy
—Mamá ¿Cómo estás?
—Muy bien hijo he estado platicando con Simone— mi mamá y la tía de Adela se habían vuelto amigas desde que éramos novios y cuando terminamos aquello no afecto su amistad—Me conto lo de la boda de Adela.
—Mamá quiero recuperarla, pero no quiero aprovecharme de la situación
—Me alegra escuchar eso hijo. Bueno creo que sería prudente empezar a llevarte con Adela como cuando eran amigos
—Mamá es que Adela y yo llevamos otro tipo de relación pasamos de odiaron a ser novios
—Entonces sera un poco difícil pero amor sé que tú podrás
—Gracias mamá
—Te quiero mucho Tomy
—Te hablo mañana
Mi mamá corto la llamada y me quede más de quince minutos pensando en cómo acercarme a Adela. Pensaba en ella, no podía quitarme de la cabeza su rostro cuando estaba esperando a Andy. Jamás la había visto tan ilusionada y me duele pensar que ni siquiera cuando éramos novios. Y luego las imágenes de su rostro de decepción su mirada ya no era la misma su brillo se había muerto. En una semana había cambiado mucho se había vuelto más dura tale su corazón se había enfriado y ¿Tenia oportunidad? No lo sabía pero haría hasta lo imposible para recuperarla. Yo si la amaba.
A las 6:00 pm ahí estaba Adela con mi padre, me apresure a alcanzarlos.
—Ya llegaron por nosotros.
Caminamos hasta el automóvil que nos llevaría a donde quiera que fuéramos. Los seguí de cerca.
—Tu corbata Tom
Adela me miro y sin decir más acomodo bien mi corta, sonreí cuando ella lo hizo y llegamos a una empresa. Mi padre salió de primero después Adela y por ultimo yo. Caminamos en dirección a la recepción.
—Buenas Tardes. Soy Jorg  Kaulitz.
—Ah sí señor Kaulitz. El señor Conner ya lo esperaba.
La recepcionista nos entregó los gafetes y subimos por al ascensor al séptimo piso. Para reunirnos con los directivos de aquella empresa.
Aunque no me concentraba del todo bien, Adela estaba a mi lado y su aroma me encantaba la miraba de reojo y no podía dejar de pensar en ella. Me estaba matando las ganas de besarla, pero esa seres una acción imprudente estando acompañados por mi padre.
—Jorg—Un hombre de aspecto mayor saludo a mi padre con mucha cordialidad— ¿cómo has estado?
—Muy bien ¿Estás listo para hacer negocios? Conner
—Por supuesto, ¿Y qué tal si pasamos a la sala de juntas?
Caminamos hasta uno salón en el que había una mesa y varias sillas.
—Te quiero presentar a la economista de la empresa Adela Trumpar
— ¿La hija de Daniel?
—Si—contesto y trato de sonreír
—Que hermosa es
—Y muy inteligente. Y él es mi hijo Tom
Nos saludó a ambos y nos sentamos enfrente de la mesa.
—Entonces escucho tus propuestas
—Adela hija habla con ellos
Adela le entrego un folder con las propuestas que ella había preparado y comenzó a explicarle cada uno de los puntos. Yo me perdí entre su voz y mis pensamientos, al grado que solo veía como movía sus labios sin voz para mí. Solo observaba a mi padre que sonreía y presumía del gran talento que tenia Adela.
— ¿Y qué te ha parecido la propuesta?
—Después de escuchar las propuestas y dado que la señorita Adela es la mente detrás de esta gran propuesta. Te espero mañana para firmar el contrato.
Se estrecharon la mano y Adela sonrió por primera vez y luego me miro. Le quise sonreír pero por alguna razón no pude. Suspire y nadie lo noto mi padre nos miró a ambos y junto con el señor Conner salimos de la sala de juntas.
Y nuevamente el automóvil avanzo por las oscuras e iluminadas calles hasta llegar al hotel. Mi padre derrochaba felicidad y Adela estuvo tan callada que pensé que se había quedado dormida.
—Iré un rato al bar de hotel
—Yo iré a mi habitación
Me quede mirando como Adela y mi papá se iban en direcciones opuestas y tenía ganas de tomar algo pero igual quería ir con Adela. Así que esa fue mi decisión.
Cuando llegue a la habitación la puerta del cuarto de Adela estaba cerrada. Pegue mi cabeza a la puerta y así estuve por mucho tiempo. Aun no tenía la excusa perfecta para entrar a su habitación. Así que sin un plan decidí que era mejor darme una ducha y pedir servicio a la habitación. Me apetecía una hamburguesa y pensar. Últimamente pensaba mucho y era solo porque no buscaba una forma de hablar a Adela. Mi subconsciente me obligo a salir de mis pensamientos cuando el servicio al cuarto llego. Pero en lugar de cena para uno, era cena para dos.
—Gracias—le di la propina y camine hasta la habitación de Adela, toque varias veces con los nudillos hasta que ella me abrió la puerta
—Qué bueno que ya haya llegado
—Me preguntaba si puedo acompañarte—me miro un par de segundo y asintió
—Pasa—Se hizo a un lado y entre a su habitación. Tenía la la-top en la cama, al parecer trabajaba en algo y tenía el pijama ya puesta
—Estuviste brillante ahí Adela
—Gracias Tom
—De nada—le puso los aderezos a la hamburguesa y sonrió
— ¿Cómo te has sentido?
—Creo que bien
—Es bueno saberlo
Aquella plática resultaba un poco estúpida e incómoda. Nos quedamos en silencio por varios minutos que parecieron eternos. Pero de alguna forma aquel silencio me tranquilizaba y hacia que nos conectáramos.
—Esta hermosa esta noche
—Gracias Tom
Y hubo otro frio y largo silencio.
—Ahora dirás que me amas y todas esas estupideces ¿No?
—Lo iba a hacer pero tú ya lo sabes, no creo que valga la pena mencionarlo si tú no te sientes agosto
—No, eso no me hace sentir agosto porque es una mentira
— ¿Alguna vez hablaremos de lo que paso entre nosotros?
— ¿Tendría algo de bueno recordarlo?
—Más de lo que tú piensas
Comenzó a caminar y aquello hizo que me desesperara, se quedó mirando por la ventana. Yo me acerque a ella y la abrase, ahora sentís más de cerca el calor de su piel y el aroma de su cabello.
—Te amo—gire su cuerpo para que me mirara—Adela yo te perdone lo del engaño de Daniel desde que lo supe, pero nunca me pude perdonar que te lastimara como lo hizo. —acaricie la cicatriz que tenía en su ceja y que aún se veía un poco entre su ceja—Sé que ambos nos lastimamos pero estoy completamente seguro de que no soy la persona que más daño te ha hecho.
—Tom—su voz pareció quebrarse ahogo su llanto. Me miraba con los ojos vidriosos
—Te amo, entiende que toda la vida te amare—me abrazo y acurruco su rostro en mi pecho. Sollozaba y me sentí mal
Camine con ella hasta el sofá y espere a que se tranquilizara. Solo la observe en silencio hasta que ella sonrió débil mente.
—Lo siento Tom es solo que ya no sé qué pasa conmigo. Estoy muy confundida
—Lo sé y te entiendo
—No sé qué voy a hacer
— ¿Que estás diciendo? Pues ser tú. Adela antes no necesitabas de nadie para ser feliz, cuando llegaste a la escuela eras otra persona. Todos o al menos la mayoría sabían tu historia y no dejabas que nadie sintiera lastima por tu historia porque eras fuerte, y feliz. —la mire ahora un poco molesto—Adela ¿Que ha pasado con la niña feliz eh impenetrable que conocí?
—No sé, ni yo misma me reconozco—Suspiro frustrada—Antes Andy me hacía sentir invencible
—O vamos Adela Eso es algo estúpido ¿Quién te hará sentir como que eres invencible? ¿Enserio? O vamos ¿Eso es malo o peor? Adela yo te amo y soy tuyo ¿No te das cuentas?
Permaneció callada observándome.
—Adela no seas tonta eres invencible sola porque siempre lo has sido cariño
Me acerque a ella para besarla. Ella correspondió a mi beso y suspiro cuando la abrase. Nuevamente la tenía entre mis brazos sintiendo su calor y su suavidad.
Se sentó y se acomodó bien
—Lo siento Tom
—No, no importa—No quería quedar nuevamente en silencio y no sabía cómo romper el hielo ¿Pero es inútil todo se había congelado?—Sera mejor que me vaya—Me puse de pie
—No—Se apresuró decir—Quédate—mire a verla y ella igual se puso de pie—Quédate esta noche conmigo
Adela me abrazo otra vez y permanecimos por mucho tiempo así hasta que nuestras miradas se cruzaron. Su mirada nuevamente volvía a ser tierna y tenía ese hermoso brillo que tanto me gustaba.
Acaricio mi rostro y me beso otra vez, rodee su cintura con mis manos, nos separamos y le sonreí otra vez la bese y ella se par de puntitas como solía hacerlo antes. Su lengua jugueteo con la mía y comenzó a besar mi cuello y aquello pareció encender cada parta de mí. La gire sobre su cuerpo para acostarla en la cama.
Y ahí estaban sus tiernos ojos verdes, no como solía imaginarlos en todas las chicas que me acosté. Tampoco como solían aparecer en mis sueño o como los cambiaba en los de luna. No ahora eran los ojos verdes de Adela los que me miraban, era su piel la que acariciaba, sus labios los que besaba. Era su calor, su cuerpo desnudo el que tenis entre mis brazos. No era nadie más que ella y solo ella Adela, el amor de mi adolescencia, de mí ahora. Era el amor de mi vida. No existía nadie más en aquella burbuja solo éramos ella y yo viviendo en un mundo paralelo, como siempre fue, como solíamos hacerlo.
Y ahora no estaba dispuesto a dejar mi princesa sola, como lo había echo muchas veces. No por supuesto que no sería tan imbécil para volver a cometer el mismo error. Ahora me quedaría con ella hasta que ella lo quisiera. Porque la amaba y no estaba dispuesto a perderla otra vez. No otra vez.
[~]
Adela quiso irse aquella mañana de Berlín y mi padre no se opuso a que ambos nos lo dejáramos de todos modos el trabajo estaba hecho. Y yo solo quería estar con Adela todo lo que fuera posible.
—Ya está haciendo frio ¿No crees?
—Eso parece
El invierno se acercaba a pasos agigantados a Alemania que ya las suaves brisas otoñales se veían opacadas por los ventarrones invernales. Y aquel era un pretexto bueno para abrazarla.
De regreso a Leipzig Adela apoyo su cabeza en mi hombro y nuestras manos  estuvieron entrelazadas dándose calor entre ellas. Yo de vez en cuando la miraba con disimulo y sonreía para mis adentros. Y cuando llegamos al aeropuerto la lleve a su casa con la esperanza de que me invitara a pasar pero no lo hizo. Solo nos dimos un largo beso que me hubiera gustado que durara toda la vida.
— ¿Y papá?
—Regresa mañana en la tarde
— ¿Porque tu regresaste antes?
—Ya no había más que hacer
—Te vez diferente Tom
— ¿Que tengo de diferente? Elizabeth
—No sé. Es solo que este diferente pero no sé qué es
—Oh ¿pero diferente para bien o diferente para mal?
—Solo diferente
—Diferente es genial. Elizabeth me iré a dormir.

Y el sueño fue reconfortante Adela era mía. O a menos estaba seguro que lo era. Así que dormí plácidamente pensando en eso en la vida que haríamos Adela y yo. Pero mis sueños fueron frustrados al día siguiente al llegar a la oficina y encontrarme con la oficina de Adela vacía. En ese momento sentí que estaba viviendo una pesadilla. Adela no se podía ir y menos sin mí. Nuevamente la había perdido.

Notas:
Hola chicas, espero que estén bien. Si sé que tal vez les tomara por sorpresa el capítulo final, a mí igual me tomo por sorpresa pero si les soy sincera ni yo misma sabía cuántos capítulos iba a tener y como ya no se me ocurre otro argumento prefiero darlo por finalizado. Aunque aún queda el epilogo. Y estaba teniendo otras ideas para hacer algunos capítulos que por diferentes motivos no se pueden incluir en esta parte de la historia, tal vez haga una tercera temporada. Así que bueno ¿qué les parecería una tercera temporada? Creo que por el momento es todo lo que tengo que decir. Nos vemos chicas ♥

Segunda Temporada—Como solíamos hacerlo.



Capítulo 16
Adela & Andy
El departamento de Andy estaba lejos y tenía que llegar a tiempo así que pise a fondo el acelerador hasta llegar al edificio.
Mi cabeza no procesaba lo que me había dicho y al parecer había estado tomando. Eligio el peor día para darse cuenta de todo eligió el peor día para perder la cabeza y ahora estaba haciendo sufrir a Adela. Y no quería que nuevamente se deprimiera.
Cuando llegue al piso en donde estaba el departamento 483 toque el timbre y agarre la chapa de la puerta estaba abierto. Entre, el lugar estaba a oscuras y entonces pude ver a Andy estaba sentado en el sofá de la sala estaba tomando. 
—Andy
— ¿Tom que haces aquí? Se supone que debías casarte con Adela
—No—Me aproxime a el—Tu deberías de casarte con ella. Ella te estaba esperando. Eres un imbécil.
Lo examine y se había vestido tenía su traje pero no había ido a su boda.
—No podía casarme con ella sabiendo que no me ama. La estaría atando a mí y sé que ella no me amaba no lo suficiente.
—Andy eres el más grande imbécil que ha existido. Adela te estaba esperando emocionada y le rompiste el corazón.
Me acerque más en donde estaba y me senté en el sofá justo enfrente de él, no podía creer que el imbécil la haya dejado plantada en el altar el día de su boda Andy había decepcionada a Adela. Pero aquello no me alegraba, al contrario me disgustaba porque ella estaba sufriendo.
—Tom entiéndeme
—Es imposible entenderte la tenías ahí, ella iba a ser tu esposa ¿Que acaso no es lo que siempre quisiste? Toda nuestra adolescencia te la pasaste tratan dando de hacer que ella me dejara y cuando consigues enamorarla sabes con esto.
Permaneció en silencio observando el suelo de la habitación sollozando, y yo solo quería acabar con él. En otro tiempo no me imaginaba a mi hablado de esta forma con él, me hubiera aprovechado de la situación y me hubiera robado a Adela o simplemente hubiera hecho lo que él me dijo que hiciera. Le hubiera pedido a Adela que se casara conmigo y que olvidara de una vez a Andy. Pero no ahora mismo estaba tratando de hacer entrar en razón a Andy.
—No puedo ella tenía razón
Lo observe tomar directo desde la botella una cantidad muy exagerada de alcohol y revolverse el cabello. Ya no sabía que más decir.
En ese momento unos pasos se escucharon afuera, en realidad varios pasos se escucharon y después de unos segundos más la puerta del lugar se abrió revelando a Adela que venía empapada y su vestido blanco manchado con lo que parecía ser lodo. Detrás de ella venían Bill, Gustav y Georg. Sus ojos lucían apagados y estaban rojos eh hinchados de tanto llorar.
—Adela ya tranquilízate—Bill intento agarrarla pero ella se zafo de su primo y camino hacia donde estaba Andy.
—Adela—Andy no buscaba en donde esconder su rostro—Adela yo...yo no quería.
— ¿Q-que diablos paso? Te estuve esperando—tartamudeo llorando aún más y callo de rodillas—Andy yo...
Andy se dirigió a ella y se incoó donde ella comenzaba a llorar sin parar y la abrazo.
—Yo no te puedo atar a mí
Permaneció en silencio llorando y entonces camine hacia donde estaban los chicos.
—Es mejor dejarlos solos.
—Si Tom tiene razón.
—Si necesitan algo estaremos ahí abajo.
Nos dirigimos al ascensor.
— ¿Que paso ahí?
—Andy no llego, Adela comenzó a llorar y su tío se disculpó con los invitados
— ¿Tu que hacías con Andy?—pregunto Gustav.
—Quería matarlo por ser tan imbécil pero no pude es el hombre que Adela ama.
¿Aquello había salido de mi boca? Hasta yo mismo me sorprendía de aquello. Respire profundo y nos dirigimos a los respectivos coches. Me estaba muriendo de la curiosidad por saber que estaría pasando ahí arriba. Pero nadie fue capaz de ser un intruso en aquello. ¿Se reconciliarían? O tal vez decidieran posponer la boda. Y en ese momento mis celos aparecieron y sentí un impulso feroz de ir ahí y quitarle a Adela... Pero era muy tarde.
El tiempo cambio, el clima se hizo más frio y la lluvia empezó a caer inundando la noche con suavidad, hasta el amanecer.
Esa mañana al despertar me di cuenta que me había quedado dormido en mi coche esperando a que algo pasara. Pero nada había pasado en estas horas. No hasta que vi salir a Andy y se dirigió a mi coche.
— ¿Y Adela? ¿Qué paso?
—Tom intenta recuperarla yo no puedo
Y no me dejo decirle más, se dirigió a su coche. Yo en cambio me quede un rato más ahí sumido en mis pensamientos. Los chicos habían abandonado el lugar casi de inmediato menos yo que esperaba por Adela.
Andy se acababa de ir y me había dejado el camino libre y Adela tenía el corazón roto. Pero yo no quería aprovecharme de la situación queros ganarme otra vez a Adela pero por cuenta propia.
Subí al edificio temiendo encontrarme a Adela echa un mar de lágrimas, estaba consiente que Adela y Andy habían sido novios por más tiempo que yo y ella. Pero de verdad deseaba que Adela estuviera bien, quería que olvidara a Andy y nuevamente me amara yo nunca había dejado de amarla.
La puerta del departamento no estaba muy bien asegurada así que fue fácil entrar en la sala aún estaba la botella que al parecer Andy se había tomado. Camine hasta la habitación y ahí descubri el vestido de Adela junto con el traje que tenia Andy estabab en el piso y Adela dormia debajo de las mantas. Se veia tan preciosa. Que no supe que hacer.
Me sente en el piso de la habitacion y la observe dormir. Estuve asi por una hora mád o menos observandola y aun no encontraba las palabras para decirle ¿Como la consolaria? Se me formo un nudo en la garganta y Adela se movio suavemente en la cama. Y abrio sus ojos miro al techo y se sobresalto al verme ahi.
—Tom—parecia confundida—¿Y Andy?
—El, bueno el salio hace rato supongo que se fue al hospital
—No, no creo que haya ido al hospital—Se hundio en una de las almoadas y comenzo a llorar
Yo solo la observe sin saber que decirle.
—Oye te preparare algo para que desayunes. Te espero en la sala vistete o como quieras.
Sali a la sala y trate de limpiarla un poco, despues me dirigi a la cosina la escuche llorar muy fuerte pero trate de ignorarlo porque me dieron muchas ganas de ir a buscar a Andy y golpearlo hasta que le pidiera perdon a Adela. No podia escucharla sin estremecerme y darme cuenta que Adela amaba a Andy y que iba a ser muy dificil recuperla.
Adela no se reunio conmigo en el comedor asi que yo le lleve su comida a la cama, se habia bañado y tenia una pijama, estaba completamente envuelta en sus sabanas blancas y lloraba.
—Tienes que comer algo
—Tom gracias, pero no tengo hambre
—Adela porfavor come un poco yo se que...que no ay forma de curar el dolor que sientes con solo quererlo pero tienes que comer.
—Tom tu no entiendes nada
—Por supuesto que si entiendo, yo pase lo mismo solo que diferente forma—me observo incredula—Si me paso cuando te perdi y estos ultimos meces no la he pasado bien
—Tom
Se volbio a esconder entre las sabanas y comenzo a llorar muy fuerte aquello me hizo sentir mal.
—Solo quiero que sepas que te amo, y que voy a estar aqui para lo que necesites. Si quieres hablar cuando estes mas tranquila solo hablame.
Me acerque a ella y le di un beso tratando de relajarla. Pero no lo consegui asi que me fui con la esperanza de que ella pronto se puciera en contacto conmigo.
—Tom ¿En donde estabas?
—No importa en donde estaba Lizie
—¿Y papá?
—Salio temprano dijo que tenia algunos asuntos que resolver.
—Uhg bueno creo que me ire a dormir
Me fui a la cama pensando en mi amor por Adela, en que seria dificil hacer que se olvidara de Andy.
Y tuve un sueño muy extraño mientras dormia esa noche soñe que esperaba a Adela en el altar y que ella nunca llegaba. Me estaba volbiendo loco de eso no habia duda.
De todas formas yo iria a visitarla pronto cuando fuera creyera que era el momento adecuado. Ahora más que nunca estaria a su lado.
[~]
Las lluvias de octubre habian comenzado a bañar y purificar Leipzing y habia pasado una semana desde la tragica boda de Adela. Y precisamente ese era el tiempo que ella lleva desaparecida de la empresa. Sabia que era hora de actuar. Tendria que ir a verla pero en su departamento no estaba asi que probablemente se encontraba con su tia.
De Andy no sabia mucho solo que habia pedido su cambio por tiempo intermidado en el hospital general de Berli. Probablemente mientras se arma de valor para poder volver a ver a los ojos a Adela. Aunque si yo hubiera dejado a Adela en el altat estaba seguro que jamas podris volver a verla a los ojos. Ademas de que si hubiera sido yo en lugar de el jamas lo hubiera duda y la tomaria como mi esposa sin pensarlo dos veces.
—Buenas tardes señora Trumper
—Hola Tom
La tia de Adela parecia sorprendida por mi visita pero para evitar que el señor Gordon me corriera de su casa habia llevado unos documentos con el pretexto de una consulta laboral.
—¿Que se te ofrece Tom?
—Se encuentra Adela, es que tenia unas dudas—le enseñe la carpeta pero no se haboa creido mi cuento, aunque fingio creerselo
—Si, pasa se encuentra en el jardin trasero
La señora me guio hasta el lugar y ahi se encontraba Adela parada junto a Gustav, un vestido blanco de novia se encontraba tirado junto a la tiara y demas cosas que uso en su boda, las rocio con alcohol y de uno de los bolsillos de sus jeens saco un cerillo mismo que avento hacia el vestido y los demas accesorios que ardieron en llamas al primer cotacto y asi ella daba por muerta la relacion. O al menos eso era lo que yo quería creer y me aferraba a la idea de que así era y de que aún existía una posibilidad.
—Eso fue un poco extraño
Todos los presentes me observaron y Adela más de lo que pensé.
— ¿Que te trae por aquí Tom?
—Solo unos cuantos pendientes—le entregue una carpeta y todos nos observaron después simplemente se fueron a la cocina dejándonos solos
—Pasemos a la sala, que bueno que viniste quería evitar ir a la oficina por estos documentos
Nos sentamos en la sala su tía fue la única que se atrevió a regresar en la sala de estar.
— ¿Tom te ofrezco, agua, jugo o un café?
—Un café estaría bien
— ¿Adela?
—Lo mismo tía—le dijo sin apartar la mirada de los documentos me dedique a observarla y me di cuenta que en mirada y rostro ya no había ni una gota de ese brillo tan hermoso que tenia. Probablemente era por la decepción más actual que tenia.
—Gracias—le dije a la señora Simone cuando dejo los cafés y unas galletas. Por un momento me sentí como cuando estudiábamos el bachillerato—Adela ¿Porque no has ido a la oficina?
—Porque creo que puedo trabajar desde aquí, desde mi casa no ay la necesidad de mi presencia ahí—Su voz tenía más severidad que nunca ya no era la fuerte y suave voz que empleaba siempre ahora parecía más un regaño
—En realidad si se necesita—le di un mordisco a una de las galletas y sentía muchas miradas que provenían de la cocina. Mire de reojo y ahí estaba los chicos espiando
—No por supuesto que no—cerro el folder de golpe y lo asentó en la mesita—y se bebió todo el café de un sorbo
—Te vez adorable molesta
— ¿A que viniste Tom? Ya está listo el documento si no tienes más que decir o por lo menos algo interesante por favor retírate que no tengo tiempo para escuchar tus estupideces
—Bueno solo te recuerdo que el viaje a Berlín se adelantó para mañana y mi padre te mando un correo
— ¿Qué? Esto no puede ser verdad.
—En vez de estar amargándote la vida, revisa tu correo. Cariño. Dile a tu tía que sus galletas siguen siendo las mejores y agradece por el café. Hasta luego.
Le dije tratando de sonar lo mas agresivo posible, solo sentí su mirada clavarse en mi espalda hasta que salí nuevamente a la fría llovizna de la mañana.

Ahora estaba seguro que sería más difícil de recuperarla. Andy había roto en mil pedacitos su corazón.

Segunda Temporada—Como solíamos hacerlo.

 


Capítulo 15
Adela, te amo ♡
— ¿Crees que me veo bien?
—Elizabeth ya te has probado todos los vestidos que te compraste—la mire por milésima vez—Pensé que no te importaba tanto verte bien
—Bueno cambie de opinión, así que hazme caso
—Ponte el azul
—Pero está muy escotado
—O el beige
El cuarto de Elizabeth estaba hecho un desastre mientras la observaba sacar y meter su vestido al armario. Mi padre pronto estaría listo y eso significaba que cuando el dijera se irían Elizabeth y el.
—Elizabeth, espero que ya estés lista
—No, aun no
— ¿Y tú Tom?
— ¿Yo que?
— ¿Ya viste la hora?—asentí— ¿Qué esperas para vestirte? la boda es en dos horas
—No iré
— ¿Porque?
—Hasta la pregunta ofende
—Vamos Tom no seas agua fiesta.
Parecía una clase de burla yo no iría a ver como Adela se casaba con Andy no quería presenciar semejante acto. Elizabeth salió nuevamente ahora con un vestido rosa.
—Te vez perfecta Elizabeth y ya que tu hermano no nos acompañara ser mejor irnos de una vez. —Le ofreció brazo a Elizabeth y ambos me miraron—Si cambias de opinión ahí estaremos Tom
—Eso no pasara.
Elizabeth y mi papá se fueron a donde sería la ceremonia religiosa y civil mientras yo me quedaba lamentándome por no ser el novio que esperaría a Adela vestida de novia.
Pero tenía que verla por última vez y a la vez no quería presenciar la boda, estaba en un gran dilema y no sabía que era lo correcto que era lo que tenía hacer.
Después de darme una ducha me vestí y busque la cajita con el collar que alguna vez fue de mi abuela, la que me había regresado Adela. Ese era mi intento más desesperado por hacerla entrar en razón.
Consulte la hora, aún faltaban dos horas para las siete de la noche la hora en la que Adela se casaría. Dos horas eso faltaba conduje hasta su casa en donde supuse todavía estaría arreglándose. Me estaba muriendo por ella.
Al llegar a la casa de Adela tuve mucha duda en tocar el timbre porque tenía miedo que el que atendiera la puerta fuera el señor Trumpar, de seguro me cerraría la puerta en la cara. Pero tome valor y el que atendió fue Bill me miro confundido.
— ¿Estás buscando a Adela?—Yo asentí y el miro escaleras arriba—Tom es muy imprudente que vengas.
—No quiero arruinar la boda de Adela ya me he resignado a que ella se casara. Solo me gustaría hablar con ella y devolverle algo que es importante.
—Tom yo no puedo...—me miro un par de largos segundos eternos—Está bien tal vez la convexas de que esta boda es una estupidez—se hizo a un lado para dejarme pasar y me guio hasta la habitación en donde estaba Adela.
Toco dos veces con los nudillos de su mano hasta que el fino rostro de una chica desconocida se asomó solo un poco.
—Adela tiene una visita.
—Estamos retrasadas
—Es importante
—De acuerdo
La chica abrió más la puerta y nos dejó pasar. Adela estaba sentada en una silla frente al espejo. Miro a verme confundida y sorprendida. Luego sonrió con timidez. Y el resto de las chicas que estaban ahí me clavo la mirada
—Sera mejor que los dejemos solos
Todos salieron y nos dejaron solos. Yo había perdido el habla totalmente, Adela tenía ya su vestido blanco de novia y su peinado y maquillaje ya estaban terminados.
Ambos nos observamos sin saber que decir; ella estaba tan hermosa que sentía que me robaba el aliento.
—Tom, que gran sorpresa
—Te vez—me acerque a ella sin poder articular palabra alguna—Hermosa
—Gracias Tom
Ella se puso de pie para darme un abrazo que duro más tiempo del que duran los abrazos, se sentís reconfortante ella era cálida y no me costó mucho acostumbrarme a sus brazos.
—Pensé que no ibas a asistir a la boda Tom
—Ahora somos amigos ¿no?
—Si
Suspiro y volvió a sentarse yo acerque una silla y me senté enfrente de ella usándola a revés. Nos observamos sin decir nada hasta que aquello fue muy incómodo y ella desvió su mirada hacia el tul de su vestido y comenzó a acomodarlo.
—Adela yo te traje un regalo especial—Busque en mi bolsillo y saque la cajita forrada de azul terciopelo
—Tom yo—me miro a los ojos cuando el collar de mi abuela apareció—no puedo aceptarlo
—Pero te queda perfecta—suspire—Además solo a ti te pertenece
Permaneció en silencio y suspiro.
—Vamos acéptalo, hazlo por...—iba a decir "por nosotros" pero no me atreví—por los viejos tiempos
—Está bien, ¿podrías ponérmelo?
Camine hasta ella y le quite el que ya tenía puesto lo deje en el tocador y coloque el de mi abuela en su cuello. Era lo que le faltaba para verse más hermosa. Aunque no era yo con el que se iba a casar. Me sentís bien.
Así se debía sentir el renunciar a alguien por amor.
—Gracias Tom
Volvió abrazarme y le di un beso en la frente.
—De nada. Creo que es hora de irme, te veré en el salón
Adela se aferró más a mí y después deshizo su agarre y se volvió a sentar. Yo abandone la habitación y salí de la casa, volví a mi coche y estuve varios minutos pensando hasta que Adela salió de la casa justo para abordar el automóvil que la llevaría en donde Andy ya la estaría esperando. Ansioso por ver ha la que sería su esposa en una hora.
Llegue antes que Adela y estacione mi vehículo en los estacionamientos en donde reconocí el automóvil de mi padre. Me dirigí a la estancia, las luces me cegaron un poco y busque con la mirada a mi hermana y a mi padre. Había mucha gente y el salón estaba adornado. Había un sacerdote y un juez. Primero sería la boda religiosa y luego la civil.
—Tom—Georg se acercó a mí—justo acabo de toparme con Lisie—parecía preocupado y buscaba a alguien entre la muchedumbre.
— ¿A quién buscas?
— ¿De casualidad no viste el coche de Andy en el estacionamiento?
— ¿No ha llegado?
—No y Adela ya está en camino
— ¿Y porque no le hablas?
—No contesta
En ese momento el automóvil en donde venía Adela se estaciono enfrente y Georg se apresuró a avisarles que Andy no había llegado. El vehículo otra vez se puso en movimiento. Georg estaba preocupado y Bill intentaba llamar s Andy sin éxito alguno.
De la nada sentí que mi celular vibraba en uno de los bolsillos de mi pantalón, antes de contestar mire varias veces la pantalla confundido. Era Andy.
Me aleje para contestar.
—Andy ¿Dónde estás? Adela ya llego y todos te esperan.
—Tom no voy a ir—sonaba ebrio—Pídele que se case contigo yo no puedo casarme con ella
— ¿Estas abrió?
—Eso no importa lo que importa es que tú y ella se casen. Ella te ama más a ti que a mí
—Andy yo no puedo...Adela te...
—Tom tu igual la amas
—Andy ella te está esperando.
Mire a ver hacia donde Adela y su tío Gordon estaban. Ya había salido del vehículo y Adela se veía preocupada.
—No le puedes romper de esta manera el corazón. Ella te ama.
Le dije pero de nada sirvió el había colgado. Mire el reloj y eran exactamente las 7:00 pm el juez se acercó.
—Señorita el sacerdote ya se está desesperando, debemos de comenzar.
—Mi novio...mi novio aun no llega de seguro se quedó en atrapado en el tráfico. Solo unos minutos no debe de tardar.
Camine hacia ella y la mire preocupado. Se le había formado un nudo en la garganta y quería decirle lo que Andy me había dicho pero no me atrevía a ser yo el responsable de darle la noticia de que Andy no llegaría.
Camine a donde estaba ella, sus ojos se tornaron rojos y se cristalizaron.
—Señor su hija es una gran mujer—Adela era más que una sobrina una hija para el señor Gordon—Y sé que en el pasado fui un imbécil y sé que no puedo remediar mi error.
—Adela eres la mujer más hermosa—las primeras lagrimas comenzaban a rodar por sus mejillas—Te amo.

Y así sin más que decir me dirigí a mi automóvil tenía que ir a buscar el imbécil de Andy.

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